Una de las mejores alternativas cuando no nos podemos permitir adquirir nuestra propia autocaravana o camper es crear la nuestra propia a partir de una furgoneta. El tamaño de esta es uno de los aspectos más importantes a considerar, ya que de ello depende el espacio que luego tendremos disponible y el número de elementos que podemos instalar. En la versión más básica, lo normal es disponer de una cocina o útiles para cocinar, una cama, una bomba de agua, espacios para guardar nuestras cosas y probablemente un sofá. En las furgonetas camper más grandes se pueden añadir más piezas como pueden ser una ducha interior.

Otra de las ventajas de construir nosotros mismos nuestra propia furgoneta camper es la libertad que eso ofrece a la hora de decidir qué muebles incluir en ella, cuáles no y de que tipo y calidad serán éstos. No obstante, la opción más económica y sencilla para todos aquellos que empiezan en este mundo es seleccionar uno de los múltiples kits para camperización que hay en el mercado, ya adaptados para modelos concretos.

Entre las ventajas de estos kits se encuentra el hecho de que la mayoría son autoinstalables, es decir, que no requieren de especialistas ni de herramientas muy específicas para llevar a cabo la instalación en prácticamente cualquier tipo de furgoneta que tengamos. También están pensados para poder ser desmontados con relativa facilidad, no se encuentran fijados al vehículo de forma permanente, lo que hace que no sea necesario homologar de nuevo la furgoneta en la ITV y que podamos incluir variaciones libremente en el mismo si no nos convenciera una de las piezas.

Kit autoinstalable Nômad para Volkswagen Caddy de Furgonearte

Podemos diferenciar varios tipos de kits según su complejidad y el número de elementos que contienen. Los más sencillos están pensados para las furgonetas pequeñas o compactas, y normalmente incluyen un cajón de gran tamaño y una cama. En el siguiente escalón encontraríamos ya aquellos que contienen, además de lo anterior, otros elementos que aportan una mayor comodidad como un inodoro químico o una nevera.

Los kits más grandes ya traen todo aquello que puedes imaginar en una camper, y normalmente se hacen pensando en un tipo de furgoneta específico para maximizar el espacio disponible y poder añadir el mayor número de elementos posible.

Estos kits, al igual que las propias campers, han ido ganando mucha popularidad en los últimos años, lo que ha provocado que la oferta haya crecido de forma considerable. Algunas de las empresas más destacadas del sector hoy en día son Furgomanía, Furgonearte y KitCamper.

Mueble a medida para Dacia Dokker de KitCamper

Kit autoinstalable para Renault Trafic de Gaseni

La primera de estas compañías ofrece una amplia variedad de kits para que cubren las principales marcas y modelos del mercado, además de un período de prueba de 15 días en los que se puede devolver el producto sin coste si no nos ha convencido. Tienen además un canal de Youtube donde explican cómo instalar sus kits y otras preguntas frecuentes para aquellos que se inician en el mundo camper.

Furgonearte ofrece, por su parte, un mayor nivel de personalización a partir de sus tres modelos de kits: Nômad, Actio y Vivac. El primero tiene un sofá y cocina extraíble, además de una cama doble. El segundo está pensado para poder llevar objetos de gran volumen como una tabla de surf o una bicicleta, mientras que el tercero no incluye mesa alguna, ocupando el sofá cama casi todo el espacio, pensado para un plan más relajado. Ofrecen cinco años de garantía, más que nadie.

La tercera empresa, KitCamper, tiene también una amplia gama de kits disponible, tanto previamente pensados para un modelo en concreto como genéricos, válidos para multitud de furgonetas. Lo mejor de esta compañía es su página web, ya que es la más detallada de las tres a la hora de explicar qué contiene cada kit, con qué furgonetas es compatible y con qué materiales está fabricado.

También queda la opción de hacérselo uno mismo, el plan ideal para los manitas, pero no para los que quieren una solución rápida, que no cueste mucho dinero, y que se pueda disfrutar en el acto.