El Ford Explorer no es un todoterreno, pero tampoco es un SUV, es una combinación de ambos conceptos que sorprende

El Ford Explorer no es un todoterreno, pero tampoco es un SUV, es una combinación de ambos conceptos que sorprende

Corre que se las pela, permite ciertas aventuras fuera del asfalto y además, llevas etiqueta CERO para entrar en el centro de las grandes urbes; lástima que sea tan caro


Tiempo de lectura: 11 min.

– Miguel: Oye, tú, ¿fuiste a por el Explorer? Siempre he tenido mucha curiosidad por ese coche. ¿Sacamos las fotos por campo?
– Javi: Sí, claro, fui a por él esta mañana, y estoy seguro de que te gustará, es un auténtico dragster. Pero no sé yo que tan buena idea será eso del campo, lleva Michelin Primacy A/S, no son precisamente ruedas para salir a pisar barro y charcos…

Así empezaba la semana que tuvimos en Ford Explorer, con Miguel pendiente porque estas bestias le gustan mucho. Bueno, en realidad, a Miguel le gustan todos los coches, básicamente, como a todos los que hacemos esta revista. Unos nos gustan más, otros nos gustan menos, pero al final, un coche es un coche y siempre tienen algo que contar. La cuestión era que el Explorer parece tener mucho que contar, sobre todo si miras la ficha técnica. Es de esos coches que al ver las cifras de potencia y par, te sacan una sonrisa de la cara y empiezas a pensar en lugares donde hacer el mal.

Pero claro, somos profesionales –o eso intentamos– y hacer el mal no es la mejor forma de proceder, mucho menos con un aparato de cinco metros de largo, 2.500 kilos y un precio que ronda los 84.000 euros. Es más, cada neumático, en Norauto –por poner un ejemplo–, cuesta 317 euros según la web oficial de la cadena de talleres. ¡¡317 euros cada goma!! Es evidente que no es un coche para todos los bolsillos –cambiar las cuatro ruedas ronda los 1.300 euros–, ni siquiera por consumos, ya que, aunque la ficha técnica diga que gasta 3,1 litros cada 100 kilómetros, es una fantasía enorme a no ser que lleves la batería cargada siempre, lo que obliga a enchufar cada 40 kilómetros más o menos. Sin batería, los consumos rondan los 9,5 litros, cuando no son 12 litros a poco que pises de más el acelerador.

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Efectivamente, el Explorer es un híbrido enchufable, uno muy grande, muy pesado y muy potente, que además, va de cine. Para resumirlo rápidamente valdría con decir que “es un Ford”, con todo lo bueno y lo malo que tiene ser un Ford.

Al volante no parece pesar tanto

Los primeros metros con el Explorer fueron en el garaje de la sede de Ford, un lugar que no era el más propicio para tomarle las dimensiones al coche. De hecho, nada más salir de la plaza donde estaba el Explorer esperando, noté que es bastante más grande de lo que parece, sobre todo a lo ancho, además, el asiento está en el segundo piso, vas muy alto, lo que acrecienta la sensación de ir en un aparato descomunal. He llevado coches grandes, pero solo con furgones he tenido la sensación de ir en un trasto enorme. Con el Jeep Wrangler, por ejemplo, no tienes la sensación de llevar un monstruo como este, y eso que se trata de un coche grande…

Fuera del garaje las cosas cambian un poco, al tener más espacio por todos los lados parece menos aparatoso. También ayuda a esa sensación el tacto general del coche, la respuesta del motor y las suspensiones, que, sorprendentemente, sujetan muy bien la carrocería, aunque no resultan incómodas. Es un detalle que me llamó la atención. El Ford Explorer es enorme, y además, no es un SUV, es un todoterreno, o al menos está más cerca de un todoterreno –aunque con suspensiones independientes–, esperaba un comportamiento más torpe, más “barca”, pero nada de eso, más bien lo contrario. El Explorer vira casi plano, sin sensación de flotabilidad, con aplomo y también con velocidad.

Las sensaciones a los mandos de este coche son muy buenas, agradables… siempre apetece conducirlo

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A ver, no es un deportivo, no hay respuesta fulgurante de la dirección, ni un paso por curva superveloz, pero hace las cosas de una manera que enmascara su tamaño y su peso de una forma sensacional. Los algo más de 40 kilómetros que tenía hasta casa fueron interesantes y menos aburridos que de costumbre, y las incorporaciones a autopista permiten dejar a todo el mundo con la boca abierta, ¡¡hay que ver lo que acelera esta cosa!! En recta es rapidísimo, incluso violento en algunas ocasiones. Nada más llegar a casa eché un vistazo a la ficha técnica para ver datos de aceleración: 0 a 100 km/h en seis segundos. Nada mal para la cosa bestiaja que es. Sí, un Porsche Cayenne lo deja atrás sin esfuerzo, pero son coches con un talante bien diferente.

Hubo algunos detalles que afeaban un poco la experiencia con el Explorer, experiencia que, por cierto, es bastante buena e interesante si no tenemos en cuenta esos detalles. No sé por qué ocurrían, quizá sea por la gestión electrónica o porque el pedal del acelerador tenía un recorrido llamativamente corto, pero salir desde parado con suavidad, en ocasiones, era tarea imposible y empezaba a circular con mucho ímpetu, tanto, que en algún paso de cebra más de un peatón se asustó y nos miró con cara de “¿se puede saber qué hace usted con esa cosa?”. Ímpetu que también aparecía cuando, sin llegar a detener la marcha completamente, se accionaba el acelerador para seguir con la circulación. Por suerte, y esto es algo de elogiar tanto por el peso del coche como por su condición de híbrido enchufable, los frenos son muy potentes y tienen un tacto buenísimo.

Destacar también su conducción por el centro urbano, porque a pesar de lo grande que es, gira mucho y se mueve con bastante soltura. Hay que tener cierto cuidado en calles estrechas y en cruces de 90 grados, pero tiene unos andares muy suaves e incluso refinados, siempre que no saque a relucir su carácter y quiera iniciar la marcha como si estuviera en una parrilla de salida. De hecho, una vez en marcha, el tacto general y el comportamiento del Explorer se merecen un 10. Es un coche cómodo, las suspensiones miman al pasaje, el motor no suena, ni vibra… es todo un coche premium por sensaciones. Incluso el tacto de los plásticos y su aspecto es agradable y de calidad. No llega al nivel de un Mercedes o un Lexus, por ejemplo, pero en ningún momento eché de menos nada en especial. Y el equipo de sonido es un espectáculo.

La calidad general es muy buena. No alcanza el nivel de un Mercedes, por ejemplo, pero tampoco se pueden reprochar muchas cosas.

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No es un todoterreno, pero tiene más capacidades off road que muchos SUV

Recogí a Miguel un sábado por la mañana y salimos en pos de un buen lugar para sacar las fotos. En la cabeza iba bien asentada la idea de salir fuera del asfalto, pero también estaba la cuestión de los neumáticos. Llevaba días lloviendo y seguro que nos encontraríamos charcos y barro, y barro con gomas “all season” puede ser muy divertido, pero también un problema serio.

De camino, le contaba a Miguel lo que había descubierto durante la semana y, obviamente, también se lo enseñé.

– Javi: Parece mentira que pese tanto, vira muy plano, no hay sensación de barcaza y frena muy bien. Aunque lo mejor del coche es el motor, empuja que da gusto (al tiempo que pisaba a fondo).
– Miguel: Qué bien anda, ¿no? Me gusta la sensación que tienes mientras rueda, es suave, cómodo… reconozco que me sorprende. Pero quiero conducir…

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Tras dos o tres acelerones –engancha… – y tras varias vueltas en busca del lugar para las fotos, nos paramos y le cedí el puesto de mando a mi compañero para que fuera tomando las medidas al coche en lo que yo me colocaba. En eso que me doy la vuelta y veo a Miguel listo y preparado para la primera pasada.

– M: ¿Por el charco y luego vengo por allí detrás? Así aprovechamos la idea y la vuelta, ¿no?
– J: Ok, me parece bien, pero no pases muy rápido que no sabemos cómo agarran esas ruedas por aquí.

La primera pasada fue tranquila, pero la vuelta ya buscó la cruzada y el derrape, aunque como me esperaba, los neumáticos no colaboran. Los neumáticos y la transmisión, un sistema de tracción total permanente, que en combinación con los asistentes electrónicos, provoca que el Explorer subvire una barbaridad incluso en tierra suelta. Lo probé después y efectivamente, al menor apretón del acelerador a fondo, el coche derrapa, sí, pero de frente, cuesta mucho sacarlo del sitio, y no olvidemos que son más de 450 CV y más de 800 Nm de par.

– M: No consigo que derrape, sales muy rápido, las ruedas escarban, pero no se cruza.
– J: ¿Has quitado los controles? Mira también los modos de conducción, seguro que ayuda.
– M: He quitado controles y llevo modo de conducción para tierra, pero nada, todo sigue igual. Ni siquiera con el Sport.

Al final no logramos una cruzada decente para las fotos, pero descubrimos que el Ford Explorer es muy rápido por caminos de tierra, incluso en mal estado. Como la posición de conducción es buena y el tacto general ofrece confianza y mucha sensación de control, te animas a llevar un ritmo bastante alegre por caminos. Un ritmo muy alegre y además, con muy buenas maneras. No se descoloca, no rebota, no se zarandea… ¡qué gozada!

No es un todoterreno, pero tampoco un SUV. Puedes salir del asfalto siempre que no pretendas adentrarte por caminos muy rotos, aunque incluso con esas puede sorprender

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A punto estuvimos de probar un par de zonas que vimos con piedras, pero no las tenía todas conmigo y casi preferí no intentar nada. Está claro que este coche no es un todoterreno, pero tampoco es un SUV, es un perfecto punto medio entre ambos conceptos que te sorprende con un buen comportamiento, unas buenísimas sensaciones y un agrado de conducción notable. Personalmente me gusta mucho, y a Miguel también.

Es grande, es rápido y sí, es caro

Que corra tanto como corre tiene su lógica. Bajo el capó delantero hay un bloque V6 de 3,5 litros biturbo hibridado, que capaz de rendir 457 CV y 825 Nm de par, y están todos y cada uno de ellos porque la sensación de empuje es altísima, y la forma de ganar velocidad destacable. Las curvas son otro cantar, el peso está ahí y el centro de gravedad es muy alto, no puedes tirar el coche hacia la curva y esperar que las cosas salgan bien, hay que frenar y trazar con suavidad. Soporta bastante carga lateral, pero no se siente cómodo. En tierra, como no vas tan rápido como en asfalto, las cosas son algo distintas y las inercias se puede aprovechar para sacar el coche y derrapar, aunque ya os he contado que no es tan sencillo, la tracción total y las ruedas no te dejan.

La verdad es que, así en general, el Ford Explorer me gusta. La cuestión de ser híbrido enchufable no me convence tanto, la necesidad de tener que enchufar hace que sus ventajas se vayan al garete en cuanto no haya cargadores a mano, pero al menos, si no corres en exceso, los consumos no se disparan. De media, durante todo el tiempo que Ford nos cedió el coche, la cifra que nos marcaba el ordenado varió entre los nueve y los diez litros, un dato que visto el diseño del coche –formas muy cuadradas–, el peso y el tamaño del motor, creo que está bastante bien. Ademas, el cambio funciona de forma suave y exceptuando los pequeños tirones antes mencionados, el Explorer es llamativamente refinado.

No me gusta tanto el precio, que roza por poco los 84.000 euros, o mejor dicho, rozaba. Se ha presentado el restyling del modelo poco después de que devolviéramos el coche a Ford y no aperece opcion de configurar un Explorer en la web de Ford España, solo da opción a ver que hay disponible en stock.

Datos técnicos

FICHA TÉCNICA
MODELOFord Explorer 3.0 PHEV AWD ST-Line
MOTORDelantero longitudinal. Seis cilindros en V, 2.956 centímetros cúbicos. 267 kW (363 CV) a 5.750 rpm y 555 Nm de par a 3.500 revoluciones
MOTOR ELÉCTRICO 1Delantero longitudinal con 75 kW (102 CV) y 300 Nm de par
BATERÍAIones de litio con 13,6 kWh (capacidad útil de 10,3 kWh). Colocada en posición trasera central
RENDIMIENTOPotencia máxima336 kW (457 CV)
Par máximo825 Nm
TRANSMISIÓNCaja de cambios automática por convertidor de par y 10 relaciones. Tracción integral
SUSPENSIÓNDelanteraColumnas McPherson con muelles helicoidales y barra estabilizadora
TraseraParalelogramo deformable muelles helicoidales y barra estabilizadora
FRENOSDelanterosDiscos ventilados de 363 milímetros
TraserosDiscos ventilados de 350 milímetros
DIMENSIONES Y PESOSLargo por ancho por alto (en milímetros)5.063 x 2.107 x 1.778
Batalla3.025 milímetros
Vías delantera / trasera (en milímetros)1.704 / 1.713
Peso en vacío2.466 kg
COTAS DE TODO TERRENOÁngulo de entrada20,2º
Ángulo de salida21º
Ángulo ventralN.D.
Altura libre204 milímetros
Altura de vadeoN.D.
DATOS PRESTACIONALESAceleración de 0 a 100 km/h6 segundos
Velocidad punta230 km/h
Relación peso potencia5,39 kg por CV
CONSUMOSConsumo medio homologado (WLTP)3,1 l/100 km
Consumo medio durante la prueba9,5 litros
PRECIO UNIDAD PROBADA83.762 euros

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Sobre mí

Javi Martín

Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto la charla sería de órdago. Pero aquí estoy, escribiendo sobre mi pasión donde me dejan. Si hace unos años me dicen que terminaría así, las carcajadas se habrían escuchado hasta en Australia, pero ahora no sabría vivir sin ello.

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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