En ocasiones tenemos que suplir una necesidad puntual o permanente que no satisface nuestro vehículo, o precisa recambio, ya sea coche, moto, furgoneta, etcétera. Más allá del catálogo de accesorios oficiales, que el fabricante ha hecho específicamente para cada modelo, hay todo un mundo para elegir.
Y como hay tanto para elegir, hay que aplicar unos criterios mínimos para acertar con los accesorios. Podemos distinguir entre accesorios universales y específicos. Los primeros sirven en principio para cualquier vehículo, pero teniendo en cuenta unas pocas limitaciones: dimensiones, peso, si va a encajar bien, capacidades o características técnicas no deben ser pasadas por alto.
Con los accesorios específicos todo es más fácil, ya que lo previamente comentado ya se ha tenido en cuenta a efectos de diseño. A veces, la elección de un accesorio específico se complica un poco. Para salir de dudas siempre hay que mirar la ficha técnica del vehículo y la fecha de matriculación -la primera de todas-.
Por ejemplo, en el mismo año de matriculación puede convivir un modelo saliente y uno que lo reemplaza, dando lugar a más de una confusión. Esto no es importante para un ambientador, unos triángulos reflectantes o fundas para volante o asientos, pero tiene bastante relevancia en el caso de, por ejemplo, alfombrillas, baterías, o bombillas para los faros.
Otro aspecto a tener en cuenta es el de las homologaciones. Determinados elementos requieren una homologación europea, como las luces de emergencia V16, bombillas, intermitentes, neumáticos o chalecos reflectantes. De esta forma tendremos la seguridad de que se cumplen unos mínimos en cuanto a calidad, seguridad, o durabilidad.
La instalación de accesorios, normalmente, no implica grandes conocimientos ni usar herramientas, ni que los instale un profesional. Hay otros casos en los que sí. De acuerdo al Real Decreto RD 866/2010 -más conocido como “ley antituning”- todo lo que implique una reforma de importancia exige tres cosas: certificado de conformidad (CoC) del fabricante, certificado de instalación en un taller autorizado por Industria, y acudir a una ITV para introducir las reformas en ficha técnica.
Si no se trata de una reforma, hablamos de “quita y pon” o de sustitución directa
Por ejemplo, unas luces de freno de incandescencia se reemplazan tal cual, “quita y pon”. Unas luces de circulación diurna que no vengan de serie implican reforma de importancia: ni las podemos instalar por nuestra cuenta, ni mucho menos usarlas sin incluirla en la ficha técnica, y en origen tienen que estar homologadas. De lo contrario, podemos ser sancionados circulando, y/o recibir un resultado de ITV desfavorable por reforma no autorizada.
Lo mismo puede ocurrir con determinados portabicicletas, bola de remolque, tubos de escape o faros de xenón/LED, ante la duda hay que consultar la última versión del Manual de Reformas de Vehículos, no vaya a ser que veamos una versión desfasada y nos llevemos una sorpresa desagradable al pasar la ITV. En la página web de AECA-ITV encontraremos las versiones actualizadas.
Hoy día es muy fácil comprar accesorios para automoción más allá de las tiendas con atención presencial, Internet abre un mundo nuevo, pero como consumidores no podemos perder de vista ni la garantía ni que se garanticen nuestros derechos, aunque sea cambio de un precio más bajo.
En las pequeñas, medianas y grandes superficies vamos a recibir una atención más personalizada, y lo que es más importante, poder tener el producto en nuestras manos antes de su adquisición. Salvo que conozcamos la referencia por adelantado, esto último es bastante importante. Cualquier producto tiene asociado un código o referencia, es más importante de lo que parece.
Si nos hemos equivocado eligiendo, es más fácil rectificar ante una tienda física que ante un vendedor online. En cualquier caso, conserva el artículo en las mejores condiciones y, obviamente, tique o factura, por si acaso
Para que las tienda de recambios, estaciones de servicio, talleres, ferreterías o centros de lavado tengan buen género, recurren a mayoristas como faseba.com. Los distribuidores compran a los fabricantes y son los encargados de tener catálogo, stock de referencias, y hacer llegar los productos a las estanterías. Puede que una tienda pequeña puntualmente no tenga algo, pero el distribuidor sí, y en cuestión de horas o un par de días puede estar resuelto.
El distribuidor de accesorios de coche, moto, camión, telefonía o bicicleta forma parte de una cadena de eslabones imprescindible para que nosotros, como consumidores, tengamos al alcance de la mano aquello que necesitamos, sobre todo si nos hace mucha falta. De no ser por ellos, todo se complicaría más y los precios serían más altos a la hora de pasar por caja.
Redaccion
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