Es el momento de hacerte con un Land Rover Discovery Camel Trophy original

Es el momento de hacerte con un Land Rover Discovery Camel Trophy original

Cumple tu sueño realidad con este genuino ejemplar de 1997


Tiempo de lectura: 5 min.

Afrontar la década de los 80 no fue algo sencillo para Land Rover. Sí, tenían los modelos 90 y 110 basados en la Serie III –precursores del nombre Defender– y el lujoso Range Rover, pero nada entre medias. El Land Rover Discovery fue desarrollado para llenar este vacío y ofrecer un 4×4 para la clase de personas que deseaban buenas capacidades todoterreno, pero en un pack más práctico. Qué mejor debut que un rally aventurero de amplia cobertura mediática, el Camel Trophy.

Durante 19 años, Land Rover fue el patrocinador oficial del Camel Trophy, algo que derivó en una publicidad muy positiva para la marca gracias a las condiciones de la competición: 1.000 millas (más de 1.600 kilómetros) sobre terrenos y en condiciones climáticas extremas. Para la edición de 1997, la firma británico participó con su ya exitoso Discovery, quien se había estrenado en la competición ya en 1989, al principio en su versión 200 TDi de 113 CV y 265 Nm, y desde 1995 la renombrada versión 300 TDi de iguales cifras.

Un poquito de historia del Camel Trophy

La competición se originó en 1980 gracias a tres equipos alemanes equipados con Jeep que exploraban la cuenca del Amazonas. Tras ese primer evento, los organizadores recurrieron a Land Rover en busca de apoyo y a la compañía tabacalera Camel como patrocinador principal. En el transcurso de 20 años, se pusieron a prueba todos los modelos de Land Rover: Range Rover, Series III, Defender, Discovery e incluso el Freelander; todos ellos terminados en un tono marrón arenoso y el escudo “Camel Trophy” frente a su portaequipajes.

Land Rover Discovery 300 TDi Camel Trophy 1997 (5)

Después de languidecer para 1998 y la posterior interrupción después del evento del 2000 solo para lanchas fueraborda, Land Rover abandonó el Camel Trophy

En términos globales, a excepción de vehículos de apoyo y especializados, cada Land Rover se utilizó solo para un evento. Algunos de los competidores incluso los compraron y muchos permanecieron en el país anfitrión. En consecuencia, aquellos vehículos que regresaban al Reino Unido eran muy buscados por su bajo kilometraje, pero eran “millas Camel Trophy”, no de paseos urbanos. Land Rover los despojaba de la mayor parte de su equipo adicional para devolverlos a su estado original (costosamente) antes de dejarlos libres.

Pero somos curiosos, y la lista de modificaciones era bastante extensa. De ella, podemos ver algunas más como la escalera montada en la puerta trasera, las planchas metálicas, cuerdas y herramientas como un hacha y una pala. Ahora bien, en función de si era una unidad para un participante o la organización, también montaba un cabestrante con cables de remolque, la baca superior con su iluminación extra, barras antivuelco, preparación para vadear con un snorkel y cableado protegido o un juego de nuevos amortiguadores hidráulicos.

Pese a todo, el equipamiento de estos ejemplares variaba según las expediciones, llegando a incluir bicicletas de montaña o material para navegar por ríos y lagos​

Este Land Rover Camel Trophy en concreto participó la edición de 1997. Una edición que se celebró en Mongolia, lo que requirió la adición de dos bicicletas y un kayak con los que se realizarían algunas pruebas especiales durante las “mil millas de aventuras” por la estepa y las estribaciones del Karacorum. Para el nuevo Discovery, cuya base partía en el chasis, la suspensión y el sistema de tracción a las cuatro ruedas de su hermano mayor, no supuso un gran esfuerzo. Cumplió con creces y Land Rover aprovechó para darle publicidad.

Por eso, muchos eventos de la Camel Trophy de la década de los 90 emplearon el Discovery para capitalizar la cobertura mediática mundial que atrajo el evento. Tanto que, incluso se llegaron a crear modelos a escala para esos entusiastas que solo podían disfrutarlo a través de una revista. Ahora, los primeros ejemplares de la primera generación del Discovery se están volviendo muy deseables para esos entusiastas y coleccionistas, y aquellos que han sobrevivido o han sido restaurados están viendo cómo su valor aumenta lentamente.

Land Rover Discovery 300 TDi Camel Trophy 1997 (7)

Land Rover modificó esta unidad junto con otros 19 modelos Dicovery específicamente para el evento Camel Trophy de 1997 celebrado en Mongolia

Como parte de este proceso de modificación, el vehículo se preparó para el uso todoterreno serio que tendría que afrontar. Se le dotó con algunos de los elementos mencionados más arriba, tales como los ejes reforzados, una suspensión mejorada, las placas protectoras, un cabrestante, jaula antivuelco, una barra protectora, la escalera trasera y un portaequipajes equipado con cuatro focos así como el famoso escudo Camel Trophy y un kayak junto a un par de mountain bikes. Este es de la selección rumana, una de las 20 selecciones nacionales.

El Land Rover Discovery que ves aquí se ha conservado notablemente bien tras su estancia en Mongolia. A ello han ayudado sus “modestos” 83.453 km. El coche cuenta con todo su equipamiento de origen y funciona. Incluso cuenta con la pareja de guantes y las pegatinas oficiales (nuevas y antiguas) del Camel Trophy. Realmente, es una cápsula del tiempo, razón por la que se fue vendido por Articurial el pasado 3 de febrero por 50.064 euros. Decíamos que se estaban cotizando: la casa de subastas estimaba de 30.000 a 50.000 euros…

Galería de fotos

COMPARTE
Sobre mí

Luis Blázquez

Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.

COMENTARIOS

avatar
2000
 
smilegrinwinkmrgreenneutraltwistedarrowshockunamusedcooleviloopsrazzrollcryeeklolmadsadexclamationquestionideahmmbegwhewchucklesillyenvyshutmouth
Foto
 
 
 
  Suscribir  
Notificar de


NUESTRO EQUIPO

Pablo Mayo

Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto la charla sería de órdago. Pero aquí estoy, escribiendo sobre mi pasión donde me dejan. Si hace unos años me dicen que terminaría así, las carcajadas se habrían escuchado hasta en Australia, pero ahora no sabría vivir sin ello.

Miguel Sánchez

Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.

Francisco Javier Rodriguez

En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.

Ángel Arias

La historia del automóvil está llena de grandes emprendedores, de ideas arriesgadas, curiosas casualidades, irreconciliables enemistades y muchos fracasos. Es un mundo intenso y fascinante del que muchos hemos quedado cautivados. Cualquier vehículo con un motor me parece interesante, ya sean motocicletas, automóviles, camiones, aviones o barcos; es estupendo sentir la brisa del viento en la cara sobre uno de ellos. Si estáis aquí es porque compartimos afición.