Donde dije digo, digo Diego. Esto es justo lo que han hecho en Jeep después de anunciar el fin del motor Hemi en el Wrangler. Desafiando a su matriz Stellantis, que había sentenciado ya el retiro del poderoso V8 de 6,4 litros, la aún existente demanda del modelo ha hecho que se prolongue su producción.
El V8 Hemi de 6,4 litros de cubicaje (392 pulgadas cuadradas, de ahí su denominación) es un propulsor que, en el caso del Jeep Wrangler JL, desarrolla una potencia de nada menos que 470 CV, y un par motor de 637 Nm, lo que le permite pasar de 0 a 100 km/h en sólo 4,5 segundos. Este motor, de sobra conocido en el mundillo, ha dado vida a modelos míticos como los Dodge Challenger y Charger R/T Scat Pack, además de a las versiones SRT de los Chrysler 300, Jeep Grand Cherokee y Dodge Durango. En la actualidad está siendo sustituido progresivamente por el Hurricane GME-T6, un propulsor biturbo de seis cilindros en línea y tres litros de cilindrada que ya se puede encontrar bajo el capot de los actuales RAM 1500 y Jeep Grand Wagoneer, así como en las versiones de combustión de la nueva generación del Dodge Charger.
Pero, como también dice el refranero popular, nunca llueve a gusto de todos. Y es que parece que, dada la exclusividad del modelo, a los propietarios del Wrangler 392 Final Edition de 2024 no les hace mucha gracia que la marca saque con posterioridad un Final Edition 2025, y eso que en Jeep han decidido dejar como equipamiento exclusivo del modelo 2024 el protector delantero y el kit de herramientas Mopar, pero al parecer a los actuales poseedores no les parece suficiente diferenciación.
Este Wrangler, además de poder ir rápido en carretera, no ha perdido sus capacidades off-road, de forma que cuenta con una distancia al suelo de 295 mm y una capacidad de vadeo de 875 mm. El cabrestante incorporado permite remolcar hasta 3600 kg. En el apartado mecánico, equipa una caja de transferencia de dos velocidades, ejes de alta resistencia con diferenciales de bloqueo y desconexión electrónica de la barra estabilizadora delantera. La tracción es a las cuatro ruedas, como no podía ser de otra forma. En la parte exterior, se puede reconocer por sus adhesivos en negro y bronce en el capot y las aletas, logotipos específicos y llantas de aleación de 17 pulgadas en color bronce con neumáticos BFGoodrich. En el interior, los asientos son de cuero Nappa en color negro.
Aún no se sabe su precio en su mercado de origen, pero como referencia, el modelo 2024 tiene un precio de unos 95.000 euros al cambio. Eso sí, olvídate de verlo por Europa: por aquí seguiremos con los motores de dos litros con hibridación (4xe). El nuevo Wrangler 392 Final Edition modelo 2025 comenzará a fabricarse a principios del año que viene, abriendo la lista de pedidos en el último trimestre de 2024.
Jesús Alonso
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