El Toyota Hilux es un pick-up cuya aceptación en el mercado es más que buena, es la referencia en el segmento, al menos en Europa, donde la oferta de pick-up no es tan abultada y tiene tantos modelos como, por ejemplo, en Estados Unidos. En otros mercados fuera de Europa y Estados Unidos, el Hilux es igualmente un éxito, gracias, entre otras cosas, a una demostrada fiabilidad.

Y parece que todo seguirá igual durante los próximos años, pues frente a la parsimonia de los rivales, que parecen haberse dormido –salvo Ford con el Ranger–, Toyota renueva su Hilux para que sea tan interesante como ahora o, a poder ser, todavía más.

El Toyota Hilux se renueva, pero lo hace ligeramente, es decir, que solo cambian detalles que a ojos de la marca son mejorables, como es el equipamiento. A partir de ahora, por ejemplo, todos los Toyota Hilux montan de serie el control de crucero adaptativo, alerta de cambio involuntario de carril, lector de señales, climatizador automático de dos zonas, llantas de aleación ligera, acceso sin llave, arranque por botón…

Además, el Toyota Hilux GR Sport suma cosas adicionales, como unos asientos con tapizado de cuero sintético y ante sintético con perforaciones rojas y costuras en contraste. En anagrama GR Sport está presente en los respaldos de los asientos, las alfombrillas, el botón de arranque y el gráfico animado de la pantalla.

El motor es el mismo turbodiésel de 204 CV y 500 Nm de par, pero solo se puede combinar con un cambio automático de seis relaciones y con la carrocería de doble cabina.

Sin embargo, aunque solo se pueda optar a la carrocería de doble cabina, los cambio introducidos por Toyota prometen hacer de esta pick-up algo muy interesante. La suspensión recibe barras estabilizadoras más ligeras y se han rediseñado ambos ejes, montando en el delantero un brazo de mayor longitud y en el trasero brazos de sección más cuadrada, lo que incrementa el ancho de vías.

Los amortiguadores son monotubo, con un pistón de 46 milímetros, aunque se mantiene las ballestas en ambos trenes. También se mejora el ángulo de entrada un grado, hasta los 30, y aumenta su altura libre al suelo hasta más de 20 milímetros.

Por supuesto, estos cambios están enfocados a mejorar el tacto de conducción, que busca ser más directo y deportivo, a juego con la denominación GR Sport, la más deportiva de Toyota actualmente. Lástima que no llegue a las prestaciones ni a la deportividad del Ford Ranger Raptor. Al menos, monta diferencial de deslizamiento limitado y un control de tracción activo.

Estéticamente luce un aspecto más agresivo, con llantas de 17 pulgadas exclusivas del Hilux GR Sport. Los estribos laterales, los espejos retrovisores, el portón trasero y los tiradores de las puertas, al igual que el paragolpes trasero y los pasos de rueda son de color negro, como también lo es el alerón tras la pared de la cabina y se incorpora una cubierta rígida para la caja.

Si te gusta el nuevo Toyota Hilux GR Sport, ya está disponible desde 54.500 euros para particulares y desde 43.309 euros para flotas.