No es barata. De hecho solo la conversión (es decir, sin tener en cuenta el precio de vehículo) es más cara que algunas autocaravanas completas. Pero pocas te pueden dar la modularidad y la posibilidad de disfrutar de cualquier deporte durante las cuatro estaciones del año. La Norva Kitsune construida sobre la base de una Mercedes Sprinter 4×4 ha sido un proyecto por encargo, pero deja claro las posibilidades cuando se mezcla ingenio y buen hacer.
Han sido los canadienses de Norva los que han mostrado su último trabajo. No se trata -como dijimos- de un kit que hayan desarrollado, sino el encargo de un cliente que quería algo muy especial y extremadamente polivalente. Puestos a calcular el precio de la conversión, la gente de Norva calcula que costaría unos 100.000 euros. A ello habría que sumar el precio del propio vehículo que se usase, aunque es cierto que en este precio también incluyen algunas mejoras en la Mercedes y así afrontar con garantías cualquier tipo de terreno.
Pero antes de profundizar en la Norva Kitsune, lo mejor es que le echéis un vistazo al vídeo y veáis así todo lo que esconde, que es mucho.
La Sprinter 4×4 recibe nuevas suspensiones de Van Compass, una defensa delantera de Agile Offroad, trasera hecha a medida, un escalón lateral eléctrico y neumáticos offroad BF Goodrich All-Terrain T/A KO2. Esto unido a la tracción integral, permite que la Mercedes sea capaz de acceder a casi cualquier lugar ya sea por barro o nieve.
La rueda de repuesto se ubica en la puerta trasera junto a un sistema de portabicis. En el lateral derecho se puede transportar una tabla de paddle surf y, en el techo, hay una tienda de campaña. Cuando abrimos la puerta lateral, un escalón eléctrico nos ayuda a salvar la altura hasta el suelo.
Si pasamos al interior, podemos quedar abrumados por todo lo que se ha instalado. Para viajar hay disponible un total de cinco asientos, siendo los delanteros giratorios. Cocina, nevera, fregadero e incluso un pequeño baño químico portátil escondido en un armario. Una mesa plegable permite comer cómodamente y ya, en la parte posterior, un sistema modular permite transformar los dos bancos laterales en una cama para tres personas.
Aprovechando los rieles laterales y los ganchos que se encuentran en el techo, toda la parte trasera la podemos configurar de múltiples maneras, dependiendo de nuestras necesidades o gustos. Podemos elegir desde un espacio completo de almacenaje a camas en litera que dejan libre el pasillo central. Así dejamos hueco, por ejemplo, para llevar bicicletas o poner a punto los esquí. Incluso la puerta trasera izquierda lleva un soporte en el que es posible enganchar una bicicleta y realizar reparaciones. Hay espacio hasta para un compresor de aire o una ducha, la cual se puede usar tanto en la parte interior (con una cortina sujeta el techo) cuando usamos el vehículo en invierno o, en caso de que haya buen tiempo, en el exterior.
Literalmente con este vehículo no hay límites a dónde ir ni cuándo ir. En la página de Norva tenéis más información sobre la Kitsune.
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