No hace demasiado os mostrábamos el Syberia RS, una conversión basada en un Porsche 911 de 1986 lista para enfrentarse a cualquier terreno. Aunque sobre el papel no lo parezca, los vehículos de la marca de Stuttgart son usados por los más valientes para realizar conversiones. Y si no sirva como prueba este curioso Porsche 924 de 1978 que, una vez preparado, se enfrentó a un desafío polar durante el cual recorrió nada menos que 7.500 km a lo largo de 10 países y en poco más de dos semanas.
Los artífices de semejante proyecto (por no decir locura) fueron la gente de Only A Roadtrip Away. Si consultáis su canal de Youtube veréis que son aficionados a los viajes de aventura, y para su última escapada eligieron un no demasiado habitual 924. El reto no era sencillo, ya que disputaron con él la Baltic Sea Circle 2019. Para los que no la conozcan, se trata de uno de los viajes de exploración a la antigua usanza que organiza el Superlativa Adventure Club.
Además de esta vuelta alrededor del Mar Báltico, también organizan la Knights of the Island (en Gran Bretaña), la European 5000 Rally (de Amsterdam a Múnich pasando por España o también atravesando los Alpes) y la Atlantic Pacific Ocean Drive (15.000 km desde Hamburgo a Vladivostok uniendo ambos océanos).
Para aquellos que no las conozcan, pueden echar un ojo a su página web, donde explican los pormenores de cada uno de ellos, aunque todos tienen algo en común: vehículos de más de 20 años de antigüedad y nada de GPS ni sistemas modernos de orientación. Pura aventura con un trasfondo benéfico, ya que cada equipo dona un mínimo de 750 euros a causas solidarias.
Zu Elfe, uno de los integrantes de este curioso dúo viajero (el otro es Jonas Steca), cuenta que eligieron el Porsche 924 de 1978 porque estas versiones y anteriores fueron desarrollados originalmente de forma conjunta con Volkswagen, por lo que comparten muchas piezas de VW y, por lo tanto, es relativamente sencillo encontrar repuestos para ellos. El motor de cuatro cilindros y 2 litros de 125 CV fue reconstruido, y acoplado a la caja de cambios de cinco velocidades original manteniendo la propulsión trasera a través de un diferencial abierto.
Tras levantar el Porsche unos 40 mm tanto en el eje delantero como el trasero, se instalaron neumáticos de invierno Nokian R3. La carrocería recibió unas faldillas de grandes dimensiones, que evitan salpicar en exceso cuando se encontrasen con nieve o barro. En el techo, un portaequipajes personalizado incluye todo lo necesario para salir de un atolladero: desde cuatro luces Comet 500 de Hella que mejoran la iluminación cuando cae la noche pasando por una garrafa de gasolina, un hacha, una rueda de repuesto y planchas por si se quedan atrapados en la carretera. Otros dos faros adicionales fueron montados en el frontal.
En un recorrido de 7.500 km en 16 días atravesaron 10 países: Alemania, Dinamarca, Suecia, Noruega, Finlandia, Rusia, Estonia, Letonia, Lituania y Polonia. Y no penséis que durmieron en cómodos hoteles (no es una aventura pensada para ricos), en nada menos que 12 noches durmieron en el interior del Porsche 924 con temperaturas que llegaron a ser de hasta 22 grados bajo cero.
Como os imaginaréis, el coche necesitó además de las modificaciones exteriores otras interiores para poder pasar la noche en su interior. En el hueco de la rueda de repuesto se instaló un calefactor, además de una batería adicional. Inclinando los asientos delanteros, abatiendo la banqueta posterior y colocando una plataforma sobre el asiento y el maletero para luego colocar un colchón hinchable. Y sobre él, dos sacos de dormir gorditos para no pasar frío.
La solución más ingeniosa la encontramos en el maletero. Con el fin de ganar unos centímetros extra en altura, idearon un sistema mediante el cual el portón se levanta unos 20 cm. Con tela especial enganchada tanto a la parte superior y la inferior, el portón permanece ligeramente levantado haciendo ligeramente más habitable el interior. Una radio con Bluetooth y otra CB para comunicarse es todo lo que necesitaron. En el vídeo anterior podéis ver los pormenores de la preparación del Porsche, además de cómo funciona el ingenioso sistema de la parte trasera.
Durante todo el trayecto solo tuvieron una avería, provocada por una correa partida tras tener que atravesar el lecho de un río. No está nada mal para este Porsche 924 con 40 años, que nació como un deportivo asequible, y no como un un 4×4.
ender
Japan Rules!!COMENTARIOS