Voy por la A-6 dirección A Coruña en un silencio casi total, tan solo roto por el rumor de aire sobre la carrocería y algún que otro ruido parásito del exterior. El tráfico es fluido, así que puedo circular a ritmo alegre, pero pronto aflojo al notar en exceso el sonido del motor. Últimamente, los híbridos tiene ese tipo de influencia cuando conduzco, sobre todo cuando voy tranquilo y relajado; me molesta el motor, me gusta ir en silencio, es agradable. Pero el camino de vuelta a casa por la A-6 es cuesta arriba en gran parte, así que el motor está presente durante mucho tiempo y decido poner la radio, que como la televisión, cada día tiene más publicidad y su contenido es menos interesante. Pongo una emisora, pongo otra, y pruebo con una tercera… todas con el mismo estilo de música, todas con la misma cantidad de publicidad.
Por suerte, el teléfono, conectado al coche por Bluetooth –lo primero que se debe hacer cuando se sube a un coche nuevo–, tiene batería suficiente para permitirme escuchar la música que llevo almacenada y disfrutar un poco del equipo de sonido, al tiempo que evito tener que escuchar el motor. Es una situación muy curiosa, porque cuando me subo a mi coche, no me molesta, en absoluto, que el motor esté presente. Tampoco me molesta en otros casos, como el CUPRA Formentor VZ o el Suzuki Swift que pude probar hace no mucho. Es cosa de los híbridos, solo me ocurre con estos coches y es un efecto de lo más llamativo, porque a nuestro stuntman particular, el señor Miguel, le pasa lo mismo.
Nissan ha logrado su tecnología e-Power sea realmente agradable en el día a día, con un fucionamiento muy suave y unos consumos bastante aceptables
Y sí, el Nissan X-Trail e-Power protagonista de esta prueba es un híbrido, nada de “eléctrico con autonomía extendida”, eso es una falacia para maquillar la verdad: hay un motor de combustión interna que emite gases contaminantes y además, es imprescindible para poder tener una autonomía que sea superior a un puñado de kilómetros. El Nissan X-Trail e-Power es un híbrido en serie, la misma tecnología que empleaba, hace más de 10 años, el Opel Ampera y la misma tecnología que usa el Nissan Qashqai e-Power, donde el motor eléctrico es el único conectado con las ruedas y el de combustión solo hace funciones de generador. En el caso que nos ocupa, concretamente, son dos motores eléctricos, uno de ellos en el eje trasero con el que se logra una tracción a las cuatro ruedas. El resultado es bastante satisfactorio, tanto por suavidad como por consumos y agrado de conducción, sobre todo esto último.
Mientras le daba vueltas a todo esto, llego a casa, meto el coche en el garaje y una vez fuera, me fijo en algunos detalles. El habitáculo se parece mucho, pero mucho, al que monta el Qashqai, es casi un calco y no me extrañaría que fuera el mismo. Su exterior también se parece bastante y está claro que este nuevo X-Trail es un SUV en toda regla. Las anteriores generaciones no eran tan SUV, tenían algo de todoterreno, aunque se ha perdido con cada renovación del modelo. Sin embargo, justo en ese momento, cuando pensaba en las generaciones anteriores, se me ocurrió que con este sí que iba a probar algunas cosas que no he hecho con otros SUV. Básicamente, porque no confiaba en sus cualidades, pero el pasado del Nissan X-Trail pide sacarlo del asfalto. Así, llamo a Miguel y le cuento la idea, que por supuesto, le parece genial. Concretamos día y hora y nos emplazamos a vernos en la puerta del garaje.
Diariamente, es un coche familiar casi perfecto
Los días pasan y el Nissan X-Trail e-Power se ve sometido a los quehaceres diarios de cualquier usuario, esto es, ir a comprar, llevar al niño al colegio, desplazarse a cualquier obligación, etc., etc., todo ello con una gran cantidad de desplazamientos urbanos. He de reconocer, que me he sentido especialmente cómodo con el coche en todo momento, se mueve bien por callejuelas, es suave y agradable, superfácil circular siempre con el motor eléctrico –aunque a veces resulta un problema con los peatones– y los nefastos agujeros, guaridas tumbados y pasos de cebra sobreelevados son un mero trámite, ya que las suspensiones no resultan nada secas y aíslan perfectamente al pasaje en la mayoría de los casos. Es decir, resulta un coche muy cómodo para usarlo como coche para todo.
El espacio interior también ofrece bastante versatilidad, aunque no he usado en ningún momento las siete plazas que tiene. De todas formas, no necesito usarlas para saber que son una herramienta para momentos puntuales, tanto por espacio como por diseño de asientos y ese tipo de cosas. Además, como ocurre siempre, con ellos desplegados el maletero se reduce a la mínima expresión. Por lo demás, las pegas que le puedo sacar en este ámbito viene del tacto de la dirección, que resulta muy blando, y de los sensores de proximidad, que son demasiado sensibles y se pasan el día sonando a poco que te acerques a cualquier cosa. De hecho, en una ocasión, me frenó de golpe cuando estaba enfilando la entrada al garaje marcha atrás. El susto fue enorme –pensé que había golpeado contra el muro– y el motivo para dicho frenazo, ninguno.
Aunque se puede consultar de forma rápida y clara, la instrumentación, como ocurre en muchos coches, podría ser mejor. También repite información, como la velocidad en número dentro del propio velocímetro… ¿no sería mejor usar ese apartado para otra cosa?
Los consumos en ciudad, como cabe esperar, son “de libro”, pero solo si sabes como explotar las bondades del grupo motor. La batería es pequeña, se agota rápido y no es raro que el motor de combustión arranque para recargar, sobre todo cuando hay muchas pendientes y da la casualidad, que donde vivo está repleto de pendientes. No es El Escorial, que viene a ser una cuesta con casas a los lados, pero no nos podemos quejar. En carretera, a poco que quieras ir rápido, el motor de combustión está constantemente funcionando y su régimen aumenta al mismo ritmo que la velocidad, lo que, a su vez, provoca que los consumos también aumenten, como es lógico. En una circulación mixta, con mucho más poblado que carretera abierta, el consumo ronda los 6,5 o incluso los 7 litros, cifra que baja a unos 4 o 4,5 litros cuando se circula por ciudad exclusivamente. En ninguno de los dos casos he logrado que fueran más bajos, aunque tampoco me parecen malas cifras.
Donde sí resulta un coche poco agradable y poco satisfactorio es en carretera con muchas curvas. Resulta un total sinsentido buscarle las cosquillas en ese terreno, porque el coche no se encuentra cómodo y al final, acabas por bajar el ritmo notablemente. Es cierto, todo hay que decirlo, que a mí me gusta conducir de forma suave, odio que la carrocería se bambolee para todos los lados, odio las frenadas y los giros bruscos, quiero que el coche fluyo, pero que lo haga de forma estable. Obviamente, hablo de una circulación “normal”, diaria, cuando se busca atacar curvas, estas cosas pasan a un segundo plano, pero con coches como el X-Trail no pueden pasar a un segundo plano, porque se mueven mucho, no es su terreno natural y se hace incómodo, al tiempo que se pierde confianza.
Y llegó el día, ¡adiós asfalto!
Llegó el día señalado y Miguel se presenta en el garaje listo para salir de aventura y, ya que vamos a zonas con muy buenos paisajes, aprovechar para sacar las fotos. La idea es sencilla, vamos a cruzar Peguerimos y Abantos, entrando por el Alto de los Leones y saliendo por Santa María de la Alameda, un camino totalmente transitable, pero los suficientemente roto como para incomodar a cualquier coche que no esté mínimamente preparado para circular fuera del asfalto. Seguro que muchos conocerán la zona y sabrán que las complicaciones son nulas, a no ser, claro está, que haya nevado o llovido mucho, en cuyo caso, la situación cambia radicalmente. Pero, en esta ocasión, no había llovido ni tampoco nevado, así que no había peligro de, como se suele decir, liarla parda.
El camino hasta el lugar escogido conlleva un pequeño tramo del Puerto de los Leones –Puerto de Guadarrama, como también se le conoce–, donde vuelvo a constatar que no es el lugar donde más cómodo se siente el X-Trail. No es que vaya mal, simplemente, no es el lugar para disfrutar de este coche, la carrocería se mueve, el motor de combustión trabaja en todo momento y a un régimen elevado –los consumos se disparan– y, en general, no es tan satisfactorio como en otras circunstancias. Es un tema que comenté con Miguel cuando llegamos a donde queríamos llegar.
– Javi: no sé si te pasará a ti, pero me molesta cuando el motor suena mucho, estoy deseando llegar a una zona más llana para no tener que escucharlo. Y no me gusta tener muchas curvas en el trayecto, voy mucho más cómodo cuando la carretera es más amplia.
– Miguel: me pasó lo mismo con el LS 500, no quería que se pusiera el motor de gasolina en marcha, pero no he visto que vaya mal en curvas, puede que sea más sensación tuya que por reacciones del coche.
Mientras tanto, con un paisaje espectacular, sacamos unas fotos y comentando algunas cosas más, como el hecho de montar neumáticos M+S y disponer de tracción total. Son cosas que te permiten ir un poco más tranquilo, así como aventurarte con ciertas cosas que en otros casos ni siquiera te plantarías. Justo lo que ocurrió al llegar a la cantera que hay en Peguerinos, donde hay una rampa con bastante inclinación que llamó la atención de Miguel casi al instante.
– M: oye, ¿y si lo subimos por ahí?
– J: no, hombre, ¿y si se queda atascado?, ¿y si derrapa y se va contra un árbol?, te recuerdo que hay que devolver el coche entero y sin mácula… y no es plan de tener que llamar a la grúa para que vengan hasta aquí, si es que llegan.
M: dudo que venga una grúa hasta aquí, ja, ja, ja, pero te digo que por ahí sube sin problemas. Vamos a probar.
El Nissan X-Trail llegó al mercado con aspiraciones todoterreno, y aunque se ha convertido en un SUV, todavía tiene algo de aquella primera generación
Probamos, evidentemente, y subió, además lo hizo con mucha facilidad, para mi sorpresa. Es una lástima que las fotos no muestren lo inclinado que era la rampa en realidad, y lo suelta que estaba el terreno. La subida fue cómoda y rápida, al menos la del eje delantero, cuando las ruedas delanteras coronaron, derraparon un poco, lo que hizo que actuara el eje trasero con alguna pérdida de agarre momentánea.
Como cabe esperar, la situación disparó los ánimos y cualquier cosa que se nos ocurría parecía buena idea. Lo mejor de todo es que el X-Trail aceptaba de buen grado las perrerías que le estábamos haciendo. Hubo una vez que Miguel se empeñó en cruzar un profundo surco, claramente provocado por el agua, y en esos momentos, cubierto por hierba muy cortita, pero resbaladiza. Quería poner una de las ruedas traseras en el aire, para sacar la típica foto con la rueda en volandas. La rueda acabó en el aire, por supuesto, pero no sin algunos problemillas. Las ruedas no encontraban agarre y la distancia del paragolpes al suelo obligaba a afrontar la tarea con cuidado, no fuéramos a rozarlo.
Lo que más miedo me daba, era la cantidad de piedras, con aspecto afilado, que el agua, en su imparable paso, había dejado al descubierto. Una simple derrapada encima de una de ellas y el neumático tendría una bonita abertura que nos dejaría allí tirado. Por suerte, los motores eléctricos son muy dosificables y evitamos las derrapadas en todo momento, mientras el coche avanzaba con facilidad e incluso con algo de confort para los que estábamos dentro. Pudimos afrontar los típicos canales que deja el agua cuando llueve, algunos muy profundos, con muchísima soltura, el coche no parecía sufrir en ningún momento y curiosamente, tampoco había una influencia clara en el consumo.
Cuando el terreno se alisa y se vuelve más compacto, se puede subir el ritmo e incluso jugar con los pesos para gestionar alguna curva. Hay que tener cuidado, las inercias son muchas, el agarre justo, y los árboles numerosos, pero resulta bastante divertido. Lo mejor, es que incluso actuando así, el confort seguía en un nivel aceptable y el coche mantenía el tipo sin queja.
Sí, es caro, como todos los coches modernos
El resto del camino fue una constante alternancia entre paradas y pasadas para las fotos, comentarios e intentos de subir por donde, claramente, no iba a poder. Pero finalmente llegamos a casa con el coche entero, sin un solo arañazo y con un consumo, según el ordenador de a bordo, que rondaba los 7 litros. La sensación final fue muy buena y la conclusión está clara: el Nissan X-Trail todavía esconde un alma aventurera y eso me gusta.
Sin embargo, como ocurre con todos los coches modernos, los precios no son accesibles para todos. Según el portal oficial de la marca, el Nissan X-Trail e-Power e-4orce con el acabado más completo, cuesta nada menos que 52.700 euros. Sí, tienes dos motores eléctricos que mueven el coche con soltura, no en balde, anuncian 213 CV, pero los consumos son como en cualquier otro SUV híbrido de su categoría y las prestaciones son similares. De todas formás, es justo reconocer que me gusta más que su hermano pequeño, el Nissan Qashqai e-Power y me gusta más que el Hyundai Tucson Hybrid –que tiene 230 CV, pero no es más rápido–, el cual no llegué a sacarlo del asfalto por miedo a no poder volver a él.
A su favor tiene lo agradable que resulta su grupo motor, sus andares refinados y cómodos, los consumos cuando realmente importan, en el día a día y además, también te deja salir fuera del asfalto en busca de algo de aventura –siempre que seas coherente, claro–. Lástima que se parezca tanto al Qashqai…
Datos técnicos
FICHA TÉCNICA | Nissan X-Trail | |
---|---|---|
MODELO | e-Power e-4orce | |
MOTOR TÉRMICO | Gasolina de 1.498 cc. 3 cilindros en línea con turbo en posición transversal por delante del eje delantero con 158 CV. No está conectado a las ruedas y solo hace las veces de generador. | |
MOTOR ELÉCTRICO 1 | Delantero transversal, 150 kW (204 CV). Es el encargado de mover el vehículo. | |
MOTOR ELÉCTRICO 2 | Trasero transversal, 94 kW (128 CV). Impulsa el vehículo actuando sobre las ruedas traseras. | |
BATERÍA | Ión Litio | |
RENDIMIENTO | Potencia máxima | 157 kW (213 CV) |
Par máximo | 525 Nm | |
TRANSMISIÓN | Tracción total mediante dos motores eléctricos, uno sobre cada eje, transmisión de una sola relación | |
SUSPENSIÓN | Delantera | McPherson |
Trasera | Paralelogramo deformable | |
DIMENSIONES Y PESOS | Largo por ancho por alto (mm) | 4.680 x 1.840 x 1.710 |
Batalla | 2.705 mm | |
Vías del./tras. | 1.585 mm / 1.590 mm | |
Peso declarado | 1.908 kg | |
MALETERO | En litros | 575 kg |
Neumáticos | Michelin Primacy 4 con medida 235/45 R20 | |
DATOS PRESTACIONALES | Aceleración de 0 a 100 km/h | 7 segundos |
Velocidad punta | 180 km/h | |
Relación peso potencia | 8,9 kg/CV | |
CONSUMOS | Consumo medio homologado (WLTP) | 6,3 l/100 km |
Consumo medio durante la prueba | 6,9 l/100 km | |
PRECIO UNIDAD PROBADA | 52.700 euros |
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto la charla sería de órdago. Pero aquí estoy, escribiendo sobre mi pasión donde me dejan. Si hace unos años me dicen que terminaría así, las carcajadas se habrían escuchado hasta en Australia, pero ahora no sabría vivir sin ello.COMENTARIOS