Cuando uno tiene el dinero por castigo y vive en mitad del desierto, no tiene demasiadas cosas que hacer. Una de las más divertidas, si te gusta conducir, es lanzarte a recorrer las dunas como si del Dakar se tratase. Sobre todo, cuando no eres tú la persona encargada de limpiar hasta el más mínimo resto de arena que haya podido quedar en el coche después de tu excursión.
Pero un jeque árabe no puede ir en un todoterreno cualquiera. O eso estarían pensando en Rolls-Royce cuando estrenaron el Cullinan, que cubre esta necesidad de aventura sin perder un ápice de lujo y exclusividad de los más ricos de Dubái, uno de sus principales mercados a nivel mundial. Aun así, lo normal sería pensar en no arriesgarte a que un coche de más de 300.000 euros sufra ni el más mínimo rasguño, no están pensados realmente para soportar condiciones muy duras.
Por ello, sorprende un poco la noticia que hizo pública la propia Rolls-Royce en una nota de prensa donde se ve a uno de estos ricos emiratís exhibiéndose a bordo de su Cullinan de color negro Sapphire (zafiro en inglés). Aunque cuando sabemos que su número de matrícula (W22) se subastó inicialmente por más de 600.000 euros (y es posible que el cliente final la adquiriera aún más cara), probablemente no le suponga ningún problema cualquier incidente que pueda sufrir el coche.
Esta aventura sirvió para tomar unas espectaculares fotos del Rolls-Royce Cullinan y grabar un buen vídeo de promoción, lo que parece el objetivo final de la marca con todo esto. Se supone que la escapada es iniciativa del cliente, pero huele tanto a publicidad encubierta que no sabría decir hasta qué punto es cierto, o ha sido la propia marca la que ha pagado para que esto se llevara a cabo y poder sacar fotos y vídeos de su coche en acción, como una excelente campaña de marketing.
También ayuda a pensar de esta forma el que no se sepa nada del “cliente” propietario del Cullinan, aunque es algo más común dado el hermetismo existente en los países del Golfo Pérsico. En cuanto al modelo en sí, no deja de ser todo un Rolls-Royce, con su famoso motor V12 de 6,75 litros bajo el capó, que aporta 570 CV de potencia y 850 Nm de par con una transmisión automática de ocho velocidades.
Además, cuenta con innovaciones tecnológicas de última generación como visión nocturna y un sistema para detectar y advertir al conductor cuando un peatón o un animal se cruce en nuestro camino. Pero, sin duda, lo más importante es el modo offroad llamado Magic Carpet Ride (vuelo en alfombra mágica), donde se aumenta la distancia al suelo en casi 4 centímetros y se envía par a todas las ruedas para mejorar la tracción fuera de la carretera.
Para terminar, un último detalle algo gracioso. En el vídeo se puede apreciar al inicio que esta unidad del Cullinan cuenta con un extra llamativo: un espíritu del éxtasis que se puede esconder en el capó y cuenta con iluminación. Lo curioso es que este extra ha sido prohibido por la Unión Europea tras cuatro años en el mercado. Han considerado que este equipamiento opcional, cuyo coste alcanzaba nada menos que 3.500 libras, unos 3.900 euros, producía “contaminación lumínica”, y la marca se verá obligada a reembolsar el importe a los clientes que lo hayan adquirido.
Luis Martínez
Cuando era un niño, no podía pasar una semana sin el nuevo número de mi revista de coches favorita. De adolescente, descubrí que me apasionaba escribir, divulgar y comunicar ideas. Ahora me encuentro dando mis primeros pasos en la profesión que me apasiona de la mano de la afición que ocupó buena parte de mi infancia, toda una suerte que demuestra las vueltas que puede dar la vida.COMENTARIOS