Uno de los nombres más respetados en el ámbito de los verdaderos vehículos todoterreno es Can-Am. La compañía de origen canadiense cuenta con un amplio catálogo de modelos side by side (SSV) y ATV, entre otros, que se sitúan siempre entre los más valorados de entre toda la competencia. Ahora han decidido coronar esta gama con un nuevo SSV, denominado Can-Am Maverick R y que presenta mimbres más que suficientes para convertirse en la referencia en el segmento.

Uno de los elementos más destacados de este nuevo modelo consiste en su propulsor. Se trata de un Rotax de tres cilindros y 999 cc de cubicaje, que está sobrealimentado por turbocompresor y entrega 240 CV de potencia máxima, lo que lo convierte en el side by side más potente del mercado en la actualidad. Este está construido enteramente en aluminio, con pistones forjados que se desplazan en unos cilindros cuyas camisas están recubiertas de plasma y que cuentan con dos inyectores cada uno. Además, integra un sistema que pulveriza aceite para favorecer la refrigeración.

Este propulsor está acoplado a una caja de cambios de doble embrague y siete relaciones, también novedad en el segmento. Cuenta con reductora y levas tras el volante. También con diferentes modos de conducción, denominados respectivamente Normal, Sport y Sport+. Sus efectos sobre el comportamiento del propulsor y de la caja de cambios son equivalentes a los que habitualmente se producen en cualquier otro vehículo, con un modo Normal que suaviza la respuesta del acelerador y reduce el régimen de giro en el que se producen los cambios de marcha. En el modo Sport las intervenciones sobre el acelerador generan una respuesta más inmediata y los cambios de marcha se producen a las 8.500 revoluciones por minuto. Por su parte, el modo Sport+ implica la activación de un sistema de anti-lag, destinado a minimizar en lo posible la espera hasta que el turbocompresor se cargue y así disponer de toda la potencia de su propulsor.

Además de sus extraordinarias aptitudes para la conducción off-road, perceptibles a primera vista, el Can-Am Maverick R destaca por su propulsor de tres cilindros sobrealimentado por turbocompresor, con 240 CV, y su transmisión de doble embrague de siete relaciones

Ahora bien, por muchas prestaciones que ofrezca su motor o por muy avanzada que sea la transmisión instalada en este tipo de vehículos, a la hora de valorar hasta qué punto uno de estos automóviles es eficaz en su hábitat natural el aspecto más relevante es, quizá, su sistema de suspensiones. En este caso, Can-Am ha rediseñado por completo su geometría, con el objetivo de ofrecer el mayor recorrido posible —635 milímetros en las delanteras, 660 mm en las traseras— y reducir el estrés ejercido sobre sus diferentes componentes, para mejorar de este modo su fiabilidad. El conjunto de amortiguadores y muelles ofrecido de serie puede sustituirse, en el acabado superior, por un equipo semiactivo. Denominado Fox Smart, es capaz de adaptar sus reglajes hasta 200 veces por segundo en función de las características del terreno. Para detenerlo, cuenta con frenos de discos en sus cuatro ruedas. Los discos delanteros son de 264 milímetros de diámetro y están abrazados por pinzas de tres pistones. En la parte trasera, son de 254 mm y las pinzas disponen de dos pistones cada una.

Todos estos elementos se anclan a un chasis tubular de acero de nueva factura. Gracias a la jaula antivuelco y al trabajo específico realizado sobre esta estructura, se ha incrementado su rigidez respecto de la ofrecida por sus predecesores. En el habitáculo integra una instrumentación digital que ofrece la información más relevante durante la conducción, además de una pantalla central de 10,5 pulgadas de diagonal para el control del sistema de sonido y la navegación, a la cual se accede a través de una aplicación de Can-Am. Detrás de este, dispone de una superficie para llevar objetos o el equipamiento apropiado para cada concreta aventura.

Este Maverick R estará disponible, como hemos apuntado, en cuatro versiones, cada una de ellas con algunos cambios en su configuración, que implican las comentadas diferencias en cuanto al sistema de suspensiones utilizado, además de cambios en sus llantas o, incluso, la instalación de cámaras de aventura en su carrocería. En la página web de la marca figuran unos precios que parten de los 35.499 dólares estadounidenses —unos 32.700 euros según el tipo de cambio a día de hoy. Su comercialización en nuestro país aún no ha sido confirmada.

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