Existen ciertos modelos que a lo largo de las generaciones van adquiriendo un gran prestigio, cimentado en sus probadas cualidades. Son vehículos destacados en su segmento, que prueban iteración tras iteración que son la referencia para cualquier competidor. En el mundo de los todoterrenos, el Toyota Land Cruiser cuenta con una reputación que su nivel de ventas justifica. Con más de 170 millones de vehículos vendidos en siete décadas —sumando derivados marcados con el logo de Lexus—, la nueva generación ha sido presentada recientemente —Serie 250—, con una imagen neorretro y una única motorización disponible de inicio en nuestro continente.

Una puesta a punto que pide campo

La marca japonesa, en la nota de prensa de la presentación de este nuevo Toyota Land Cruiser, habla de la atemporalidad de su diseño, al tiempo que afirma que evoca la silueta de vehículos pretéritos. En concreto, sus líneas se inspiran en las formas de Toyota Jeep BJ, desarrollado en 1951 en el contexto de la Guerra de Corea. Recurren los nipones aquí a un juego que ya pusieron de manifiesto con su Toyota FJ Cruiser.

Está construido sobre una derivación de la famosa plataforma TNGA del fabricante nipón, que responde a la denominación GA-F. Pese a que este modelo todoterreno, como tantos otros equivalentes, ha sido empleado en los últimos tiempos más como transporte de familias que como verdadero automóvil para superar desafíos más allá del asfalto, en esta Serie 250 no renuncia a un chasis de largueros y travesaños. El espíritu original del Toyota Land Cruiser tiene continuidad, por tanto, en esta generación, por lo que podrá seguir siendo el vehículo oficioso de la cinegética en nuestro país.

Aunque en esta nueva generación muchas de las unidades vendidas no vayan a enfrentarse jamás a desafío todoterreno alguno, Toyota ha seguido trabajando en que su arquitectura sea aún más capaz en cualquier entorno off-road

Toyota ha conseguido que esta plataforma sea hasta un 50 % más rígida que la presente en la Serie 250 del modelo, la actual y que aún sigue a la venta en nuestro país. El conjunto formado por chasis y carrocería incrementa ese valor en un 30 %. La mejora de sus cualidades todoterreno también ha sido un objetivo de los japoneses de cara a esta nueva generación de su mítico todoterreno. En este sentido, se han revisado sus suspensiones para favorecer una mayor libertad en la articulación de sus ruedas y se instala una barra estabilizadora activa en el eje delantero —por primera vez para la marca—, desconectable a voluntad desde un mando dispuesto a tal efecto en el habitáculo.

No terminan ahí los elementos que hacen de este nuevo Toyota Land Cruiser un todoterreno en toda regla. Por un lado, incorpora el Selector Multiterreno —las mayúsculas iniciales las pone la marca— que entendemos significa que se podrá optar por diferentes modos de conducción, los cuales realizarán los ajustes electrónicos oportunos para adaptar el funcionamiento de diferentes sistemas a la concreta superficie por la que se circule; por otro, cuenta también con el Monitor Multiterreno, una denominación que hace referencia a la colocación de una cámara apuntando a los bajos del vehículo, cuyas imágenes en alta definición se emiten en una pantalla en el habitáculo.

Diferentes configuraciones mecánicas según mercado, o continente

En nuestro país, al igual que en el resto del entorno europeo, el Toyota Land Cruiser ofrecerá desde el inicio de su comercialización un único propulsor de gasóleo. Este motor turbodiésel de 2,8 litros de cubicaje entrega 204 CV de potencia máxima y 500 Nm, y está acoplado a una transmisión automática de ocho relaciones, denominada Direct Shift. Su capacidad de arrastre alcanza los 3.500 kilogramos. Una de las características más destacables de este propulsor de cuatro cilindros es su compatibilidad con el biocombustible denominado HVO100 —aceite hidrotratado vegetal—, obtenido a partir de aceites de cocina usados y que consigue reducir en un 90 % las emisiones de CO₂ que se generarían con la combustión de gasóleo convencional. Más tarde, ya en 2025, se añadirá una versión con hibridación ligera, gracias a una instalación eléctrica de 48 voltios que permitirá reducir los consumos del mencionado motor turbodiésel, que seguirá siendo el protagonista, así como para plantar la cada vez más deseada etiqueta ECO en su parabrisas.

Sus capacidades para servir como transporte para la familia también se trasladan a esta generación. El habitáculo admitirá configuraciones de cinco y siete plazas. Si la amplitud interior del Toyota Land Cruiser ya era una referencia en el segmento, ahora redobla su apuesta, ya que incrementa su longitud en 80 milímetros. De estos, hasta 60 mm se invierten en su distancia entre ejes. Por otro lado, y también íntimamente relacionado con la vida a bordo, la nueva generación implementa más asistentes a la conducción, entre los cuales se puede citar el de mantenimiento de carril, como consecuencia de la incorporación por primera vez en el modelo de una dirección con asistencia eléctrica. Esta novedad también será provechosa para hacer más cómoda la conducción off-road, en la medida en que reducirá sus sacudidas al circular sobre superficies accidentadas.

Los pedidos para este nuevo Toyota Land Cruiser se abrirán en nuestro país este próximo mes de octubre, con el objetivo de que las primeras unidades sean entregadas a sus propietarios ya entrado el año 2024. En primera instancia, estarán disponibles los 3.000 ejemplares —para toda Europa— asignados a la versión de lanzamiento, bautizada como First Edition. Esta implica incluso unos faros delanteros diferentes, que son circulares, además de dos alternativas para su acabado exterior, ambas de carácter bitono y cuyos colores serán exclusivos.

Galería de fotos

Toyota Land Cruiser (2024)

Toyota Land Cruiser First Edition (2024)