La realización de restomods para actualizar modelos clásicos con tecnologías de hoy en día es algo relativamente habitual en el mundo del automóvil. En estos últimos tiempos, cada vez son más las compañías que llevan a cabo estas conversiones para transformar modelos clásicos con motores de combustión en vehículos a baterías. Inverted es una de esas empresas, y acaba de presentar su primer modelo, un Range Rover clásico eléctrico, con numerosas actualizaciones tanto en su chasis como en su interior.
Harry Milington, quien fundó esta empresa en el año 2021, se centra en la sostenibilidad para ofrecer estos restomods. De este modo, en ellos emplea baterías recuperadas de vehículos de Tesla, las cuales son de 80 kWh de capacidad. El motor eléctrico, situado bajo su capó delantero, es de 335 kW —445 CV— de potencia y entrega 600 Nm de par máximo. Con estas cifras, es capaz de alcanzar los 100 km/h desde parado en unos cinco segundos.
La pasión por el Range Rover clásico y el deseo de llevar al futuro este modelo icónico y reducir su impacto medioambiental son las razones por las que fundé Inverted. Como parte de esta visión, tomé la decisión consciente de reciclar y reutilizar baterías de Tesla, en vez de generar una huella de carbono mayor con la fabricación de nuevos módulos”, comenta Harry Millington, director y fundador de Inverted
Permite recorrer unos 320 km por cada carga completa de su batería. Incorpora un cargador embargado con 6,6 kW de potencia, mientras que, en caso de realizar estas operaciones en una instalación de corriente continua, la potencia pico llega a los 100 kW. En estas condiciones, y según afirma la marca, puede recuperar del 20 al 80 % de su carga en unos 34 minutos.
Esta conversión en automóvil eléctrico va acompañada de una actualización de diversos componentes de su chasis, como es menester ante el incremento de potencia que presenta su tren de propulsión respecto de las versiones originales del modelo. Son de nueva factura los frenos delanteros, provistos por Alcon. También se han actualizado sus ejes, y se instala una nueva transmisión, aunque, por supuesto, conserva su tracción total. Por otro lado, para mejorar su comportamiento, cuenta con un diferencial de deslizamiento limitado.
Además, los clientes podrán optar por diferentes opciones de personalización para este Range Rover clásico eléctrico, como por ejemplo un paquete específico que mejora su comportamiento cuando se le intenta buscar las cosquillas sobre asfalto. Precisamente esta primera unidad, denominada #001, lo lleva instalado, y consiste en unas suspensiones con amortiguadores regulables —en hasta 10 posiciones— y muelles un 25 % más rígidos. También se añaden barras estabilizadoras. Ofrece tres modos de conducción —Eco, Sport y Off-Road—, los cuales modifican la entrega de potencia de su tren de propulsión, así como la intensidad de la recuperación de energía en las deceleraciones.
Cada unidad es restaurada y personalizada según las preferencias específicas de nuestros clientes. […] Con cero emisiones, nuestro Range Rover clásico ofrece una experiencia de conducción cómoda, fiable y sin esfuerzo tanto en la ciudad como en el campo. Creo que hemos creado el icono clásico definitivo para el futuro”, añade el fundador de Inverted
Su habitáculo conserva el aspecto lujoso propio del modelo original, que inició su producción en el año 1970. Eso sí, incorpora algunos elementos propios de los tiempos actuales, además de mejorar su aislamiento acústico, pese a que ya no haya un motor de combustión rugiendo bajo el capó delantero. Como se puede observar en las imágenes, cuenta con una pantalla situada en la zona central del salpicadero, en posición muy baja. Dispone de conectividad con Android Auto y Apple CarPlay, además de un nuevo sistema de sonido y aire acondicionado. También presenta puertos USB para la carga de dispositivos electrónicos y cámara de visión trasera.
Con una producción anual limitada a seis unidades, y una espera estimada entre 12 y 18 meses para su entrega desde la formalización del pedido, Inverted ofrece la oportunidad de disfrutar de un Range Rover clásico cien por cien eléctrico con grandes dosis de exclusividad. Disponible en las tres carrocerías que en su día se fabricaron del modelo —dos o cuatro puertas y LSE—, su precio parte de las 225.000 libras esterlinas —unos 255.000 euros al cambio de hoy— antes de impuestos, por lo que no está al alcance de cualquiera. Eso sí, sus propietarios disfrutarán de un año de garantía.
David García
No conozco sensación mejor que la de un volante en las manos. Disfruto también con ellas sobre el teclado, escribiendo ahora para vosotros algo parecido a aquello que yo buscaba ansioso en los quioscos cuando era un guaje.COMENTARIOS