Seabreacher, máxima diversión sobre mojado

Seabreacher, máxima diversión sobre mojado

Un vehículo acuático que hará las delicias de los más exigentes en el mar


Tiempo de lectura: 4 min.

¿Te gustan los vehículos únicos y exclusivos a partes iguales? Si tu respuesta es sí y te apasiona el mar, el Seabreacher es casi con total seguridad lo que andabas buscando, ya sea por su increíble estética, sus llamativas decoraciones o el meticuloso proceso de ingeniería que hay detrás de su fabricación.

Desarrollado por los ingenieros el neozelandés Rob Innes y su socio, el estadounidense Dan Piazza, en la actualidad es la empresa neozelandesa Innespace Productions quien se encarga de su fabricación y distribución por todo el mundo, aunque solamente lo hacen bajo encargo y previo pago de un porcentaje del valor final.

Tres son los modelos disponibles de esta “moto-barco-submarino”. Porque realmente este curioso aparato es una mezcla de todo lo que se mueve encima del agua utilizando además sistemas mecánicos procedentes del mundo de la aviación, como lo es su timón compuesto por dos mandos y dos pedales desde los cuales se maneja el Seabreacher.

Seabreacher 3

Como decíamos, la marca nos brinda la opción de elegir entre tres versiones distintas X, Y, Z, que se inspiran en la silueta de un tiburón, una ballena o un delfín, todo ello asociado a dos motores denominados Rotax 1630 ACE y el 1503 HO 4-TEC de diferente potencia. Son suministrados por la empresa Atkins Rotary Marine, de 263 y 300 CV, respectivamente, y asociados a una transmisión Hurth V-drive, con los que este curioso anfibio es capaz de alcanzar una velocidad máxima sobre el agua de unos 100 km/h.

Con una estética impactante, el Seabreacher es capaz de satisfacer casi todos los gustos personales gracias a los opcionales disponibles y la elección de su decoración entre otros

Dicho esto, actualmente el único de los tres que es matriculable como embarcación en la UE es la versión X, los otros dos modelos por desgracia no lo son de momento, así que solo están reservados para mercados extranjeros pertenecientes a otros continentes.

Aun así, os podemos contar que la versión que si podemos comprar en nuestro país o en cualquiera de la zona Euro cuenta con el propulsor de casi 265 CV además de una estética basada en un tiburón. Con espacio para dos personas dentro de su espectacular cabina, es el único de los tres que se ofrecen en tener visión de los fondos marinos en los pies del piloto.

La cabina inspirada en un avión de caza cuenta con todo aquello con lo que el cliente desee, ya que todo es bajo pedido, y por lo tanto se le puede dar cabida a casi cualquier cosa dentro de los opcionales en los Seabreacher, desde el color y tejidos para la tapicería, pasando por los cuadros de mando, con varias opciones disponibles, e incorporar desde radio marítima, nevera para refrescos o sistema de video para grabar nuestras incursiones en el mar.

Si esto te parece poco, te diremos que cualquiera de los tres modelos es capaz de sumergirse dentro del agua a velocidades cercanas a los 40 km/h, a profundidades que pueden llegar hasta los 2 metros. Si lo tuyo es ir por encima del agua, podrás hacerlo con la cabina cerrada o en abierto, pero si te van las piruetas y te decantas por la versión más preparada de todas, la Z con cuerpo de delfín, deberás de cerrarla para poder hacer los toneles de 360º que es capaz de realizar.

En cuanto a las medidas, los Seabreacher cuentan con una longitud desde los 4,82 metros hasta los 5,02 m, siendo la anchura de 1,06 m, con una altura de 1,47 m y una envergadura de 1,98 metros, teniendo el conjunto un peso final de algo más de 650 kilogramos, gracias al empleo de materiales ligeros como la fibra de vidrio o el aluminio para la fabricación de este.

Seabreacher 2

Evidentemente, para transportarlo necesitaremos un remolque especial y para ello la marca nos ofrece en opción uno totalmente personalizado, pero que deberemos pagar aparte si queremos hacernos de él.

Como todo en esta vida y aquí no iba a ser menos, los caprichos hay que pagarlos y el poder hacernos con uno de estos espectaculares aparatos nos costará entre 80.000 y 100.000 dólares, algo que no se presupone problema para aquellos que estén realmente interesados.

El fabricante solo trabaja bajo encargo y exige un tercio del precio total al empezar, otro al montar el motor en la embarcación y el resto a la entrega, que se estima entre 60 y 90 días dependiendo de lo sibaritas que nos pongamos con la decoración u opcionales elegidos. En su página web podéis ver una galería repleta de ejemplos.

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Sobre mí

J. Rubio

Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.

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