“The Grizzly Torque”. Este es el apodo que recibió el primer modelo Land Rover todoterreno construido en Inglaterra para vivir una aventura única alrededor del mundo, una unidad que demostró ser tan duradera que sobrevivió a esa expedición llena de aventuras continuas e incluso a algunas décadas de abandono hasta que su relativamente reciente restauración. Esta es la historia del Land Rover Series 1 “The Grizzly Torque”.
Allá por 1957, un biólogo y ecologista canadiense de nombre Bristol Foster quería explorar el mundo, pero sabía que sería difícil y prácticamente imposible hacerlo solo. Para ayudar en la tarea, decidió invitar a su amigo Robert Bateman, artista y naturalista canadiense, para que lo acompañase en una aventura de 14 meses por todo el globo. Los dos planearon su viaje, pero necesitaban un vehículo para superar los desafiantes terrenos que se encuentran en las partes más recónditas del trayecto que tenían en mente realizar.
Por supuesto, tenía que ser un Land Rover. El Series I personalizado que ves en pantalla fue entregado a la fábrica de la marca en Solihull, Inglaterra. Foster se dirigió temprano para hacer una prueba de conducción, y Bateman se reunió con él allí más tarde para comenzar su aventura. Durante los siguientes meses, Foster y Robert viajaron por el mundo, 19 países en cuatro continentes, pintando, filmando y fotografiando su amor por las personas y la vida silvestre, recolectando especímenes y explorando un mundo más simple.
Desde la playa, la selva, el desierto y la montaña hasta el barro, la arena y la nieve; el Land Rover Series I nació como un sinónimo de capacidades y aventuras fuera del asfalto
Este ejemplar en particular escogieron el chasis con 107 pulgadas de distancia entre ejes (2.718 mm) con un motor de gasolina de cuatro cilindros y 2,0 litros que desarrollaba unos modestos 58 CV y 137 Nm a las cuatro ruedas a través de un sistema de tracción a las cuatro ruedas permanente con reductora. Curiosamente, Land Rover facturó a Foster solo el chasis (134-7-00908) y no por la carrocería personalizada, y recibió un curso de capacitación para desmontar y montar el coche al completo en caso de necesitar reparaciones.
En julio, Foster y Bateman emprendieron un tramo de pruebas por Escocia antes de dirigirse al sur, a la Costa Dorada de África. Bateman dejó conducir a Foster, razonando que él no le gustaba la posibilidad de chocar un coche que no había pagado y que no era suyo. A cambio, Bateman cocinaba y pintaba las pequeñas escenas en los costados del Land Rover Series I para conmemorar cada país por el que pasaban. La carrocería de aluminio, la tapicería de cuero verde, las dos literas, el cabrestante y la pintura Beige Arena estaban listas.
Conocidos cariñosamente como los “Rover Boys”, Bateman y Foster experimentaron con éxito el sueño de todo aventurero, todo gracias a su Land Rover Series I
La lista de países por los que pasaron es extensa: Ghana, Togo, Nigeria, Camerún, Guinea Ecuatorial, Congo, Ruanda, Burundi, Tanzania, Kenia y Uganda antes de enviar el Land Rover en barco a India y continuar a través de Nepal, Myanmar, Malasia, Tailandia y Singapur para terminar en Australia. Todos los días se sentaban frente a la máquina de escribir que traían para contar sus aventuras y las personas que conocían, enviando las cartas y las fotografías a casa, donde The Toronto Evening Telegram las publicaba a nombre de “Rover Boys”.
Desde Sydney, donde decidieron terminar la expedición en septiembre de 1958, enviaron al “The Grizzly Torque” a Vancouver. Luego, Foster lo condujo de regreso a Ontario. Después de unos años, se lo vendió a un estudiante de posgrado que lo llevó a Texas y, finalmente, se lo vendió a un ganadero de la Columbia Británica. Durante las décadas siguientes, tanto Foster como Bateman tuvieron mucho éxito. Bateman se convirtió en un renombrado pintor de vida silvestre, mientras que Foster tuvo una exitosa carrera de biólogo.
La extraordinaria aventura de 60.000 kilómetros le valió tanto a Bateman como a Foster y al Land Rover una gran aclamación mundial, aunque acabó en Texas al terminar el viaje
El Land Rover, sin embargo, se deterioró profundamente. Un propietario posterior quitó la pintura beige y las escenas pintadas de Bateman de su carrocería y la volvió a pintar de azul. En 2008, se había convertido en otro Land Rover decrépito que no funcionaba, estacionado detrás de un granero de la Columbia Británica. Stuart Longair, que estaba interesado en un Land Rover Series I de distancia entre ejes corta estacionado junto a él, tuvo que comprarlo junto con otros dos Land Rover viejos solo para conseguir el que quería.
Posteriormente, le pidió a su amigo y restaurador especializado en modelos de la compañía inglesa, Alan Simpson, que recuperara los cuatro. En ese momento, ni Longair ni Simpson sabían nada sobre la historia de este Series I, pero un vistazo casual a una foto de Bateman y Foster en el “The Grizzly Torque” despertó el interés de Simpson, quien decidió comunicarse con Foster, y confirmó la identidad del Land Rover en diciembre de 2014, cuando preguntó por la ventanilla del lado del conductor y Simpson respondió sí era de plexiglás.
“The Grizzly Torque” es un ejemplar de la Series I muy notable, muy bien documentado y mundialmente famoso que muestra perfectamente el espíritu de Land Rover
Una reunión posterior de los dos aventureros con el 4×4, junto con la documentación de Land Rover, demostró que ese ejemplar que adquirió Longair era, de hecho, el “The Grizzly Torque”. Por su parte, Foster suministró un tesoro de fotografías de época para el estudio, y Bateman recreó las viñetas pintadas a mano que recorren la carrocería y representan cada uno de los países visitados durante su viaje original. Dos años y unos 300.000 dólares más tarde, “The Grizzly Torque” había renacido en su máximo esplendor.
Por eso fue secuestrado de inmediato con el fin de usarlo como el vehículo estrella en las celebraciones del 70.° aniversario de Land Rover por todo Canadá, y desde entonces se ha exhibido en una gran variedad de concursos y eventos. Y ahora, gracias a RM Sotheby’s y su próxima venta en Monterey (California, Estados Unidos) el 18 de agosto, este icónico 4×4 se embarcará en una aventura completamente nueva. ¡Parece que los años no pasan por él!
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS