¿Cuál es la receta del todo-terreno perfecto? Si queremos tener un vehículo que vaya “al fin del mundo”, capaz de recorrer caminos imposibles, necesitamos ciertos elementos: una distancia entre ejes corta, una suspensión robusta con una gran altura libre al suelo, chasis de largueros y travesaños y por supuesto, un sistema de tracción 4×4 “de verdad”, con reductora. Parece algo sencillo, pero combinar todos estos ingredientes aplicando un proceso de mejora continua sin perturbar la esencia inicial, no está al alcance de cualquiera. Pero estamos hablando de Toyota.
Si Alfa Romeo tiene fama de ser poco fiable (merecida o no), en el imaginario colectivo, Toyota tiene fama de todo lo contrario; de fabricar coches que, si bien no son los más excitantes a la hora de conducir, están diseñados para ser extremadamente fiables. Pues bien, para saber de dónde viene esta fama, tenemos que remontarnos a mediados del siglo pasado. La guerra de Corea estalló en 1950, y Estados Unidos, que ocupaba Japón en aquel entonces, urgió al país a fabricar Jeeps para el conflicto bélico. Así, en 1951, mediante la aplicación de ingeniería inversa a los Jeep Willys, nació el Toyota BJ20.
Puesto que el BJ20 se desarrolló a partir del Jeep, Toyota lo incluyó en su denominación comercial, correspondiendo la primera letra al tipo de motor que equipaba, y la segunda, a la “J” de Jeep
Pronto, se demostró que el BJ20 era un vehículo excepcional, extendiéndose su uso del plano militar al civil. En 1955, el BJ20 adquirió el apelativo Land Cruiser, en clara alusión al Land Rover, aunque su motor tipo B, de seis cilindros en línea y 84 CV a 3600 revoluciones por minuto, era más potente que el del todo terreno británico. El par motor se situaba en 216 Nm a 1600 rpm, con lo que no era necesario el uso de una reductora.
Para 1954, Toyota introdujo el motor tipo F, cuya cilindrada ascendía hasta los 3.878 centímetros cúbicos y erogaba una potencia de 125 CV con una relación de compresión de 6.8 a 1. El par motor, por su parte, ascendía hasta los 280 Nm. La evolución del modelo continuó y, en 1960 salió al mercado el que es uno de los Toyota más reconocidos jamás fabricados, el Toyota FJ40 Land Cruiser.
Durante nada más y nada menos que 24 años, el Toyota FJ40 Land Cruiser estuvo a la venta; período en el que podía vérsele en los rincones más inhóspitos de la tierra realizando tareas extremadamente duras ayudado por una reductora, que se introdujo por primera vez en la serie. En 1974 se introdujo una caja de cambios de cuatro marchas, en lugar de las tres con las que comenzó su andadura, y también se le agregó a la gama un motor diésel de tres litros de tipo B, que rendía 80 CV a 3600 rpm y 191 Nm a 2.200 rpm.Siguiendo con su evolución, en 1975 se mejoró la potencia del motor de gasolina, con la ampliación de cilindrada hasta los 4.230 centímetros cúbicos de su motor de seis cilindros en línea. La relación de compresión también creció hasta 7.8 a 1 y en conjunto, la potencia creció hasta los 135 CV.
Para 1976, se introdujeron los frenos delanteros de disco en el mercado estadounidense, así como aire acondicionado y dirección asistida en 1979. Algo más de refinamiento y confort para un público que demandaba este tipo de amenidades
El Toyota FJ40 Land Cruiser se dejó de comercializar en 1984, y para aquel entonces ya había creado una legión de aficionados al modelo que perdura hasta nuestros días. Por esto, hay muchas empresas que se dedican a realizar restomod sobre esta base, ampliando más aún si cabe, sus capacidades, como es el caso de Legacy Overland. La compañía estadounidense especializada en la restauración de todo terrenos clásicos, ha creado el FJ40 Land Cruiser definitivo, ganando dos cilindros por el camino.
El modelo en cuestión se trata, como se ha dicho, de un FJ40 Land Cruiser de 1971 al que se le ha instalado un V8 de 5.7 litros de origen Chevrolet, el cual es alimentado por carburadores Holley 600 CFM y está asociado a una caja de cambios manual de cuatro relaciones. Aunque no se saben las cifras de potencia, es bastante probable que el motor supere los 250 CV, doblando la potencia del original. Para parar toda esta potencia, se han instalado frenos de disco en las cuatro ruedas y una dirección asistida permite a su afortunado propietario girar el volante con mucho menor esfuerzo.
Las capacidades off road también han sido mejoradas mediante la incorporación de un cabrestante Warn M8.000, y unas llantas más grandes con neumáticos BFGoodrich todo terreno esperan ansiosas transitar por cualquier tipo de terreno
Dentro de este particular Land Cruiser encontramos una jaula antivuelco pintada en color negro, que protegerá a sus ocupantes en caso de vuelco (algo necesario dado el incremento de potencia), así como cuero en diversos elementos del interior, como los asientos o el volante. Por último, también se ha añadido un sistema de sonido mejorado y un sistema de aire acondicionado, que redundará en un mayor confort para sus ocupantes. Pese a que no se ha desvelado el precio que tendrá esta unidad mejorada del FJ40 Land Cruiser, sabemos que no será barato.
Francisco Jiménez
Ingeniero mecánico adicto a todo lo que queme gasolina… y por qué no decirlo, también de lo eléctrico. Mi meta es no dejar nunca de aprender la técnica que rodea a la automoción y si ya puedo transmitir lo poco que sepa, tanto mejor. Sí, soy de esos que no recuerdan muy bien los nombres de las personas pero jamás olvidan qué coche tienen.COMENTARIOS