Un interrogante que se abre, como para empezar. Antes de poner el foco en el modelo, permítanme solamente deslizar un escenario que podría volver a ser, ¿quién sabe? ¡Bah! Más que retórica, una pregunta que desde las esferas de Stellantis y la mesa ejecutiva de RAM tal vez puedan responder, aunque por ser todavía muy temprano se apueste al hermetismo y bajar la espuma. ¿Volverá el HEMI V8 a RAM? Desde la marca americana sienten que les han quitado su corazón. A quienes la integran y a sus clientes de tradición americana.
Algo es seguro, cuando la flota RAM Pickup se movía con el tan ponderado ocho cilindros, la firma se permitía lanzar versiones como la que aquí amerita recordar. Tan poco tiempo ha pasado desde el cese de su producción, pero vale volver a esta camioneta, por atributos y porque imaginamos cuánto deberán extrañar al icónico HEMI los usuarios de RAM por constituir algo tan propio.
Hablo de atributos y debo ser más específico. Atributos inverosímiles. ¡A quién se le ocurre comercializar una truck con potencia superior a los 700 caballos! Pues… dos palabras: Estados Unidos. Ya con los 395 CV de la RAM 1500 era suficiente para mantenerse en la línea de la líder americana, la Serie F de Ford. Hoy, el cambio al que se han visto sometidos los modelos tanto de RAM como de Dodge se traduce en un aumento de potencia y par, pero en pérdida si consideramos lo que generaba el 6.2 litros de la RAM 1500 TRX.
Con el Hurricane 3.0 biturbo de seis litros en línea reemplazando al HEMI V8, la RAM 1500 pasó a transmitir un notable incremento, con casi 150 CV más y 150 Nm más que antes. Sin embargo, los 540 caballos y los 706 Nm del modelo 2025 no tiene para empezar frente al HEMI potenciado de la retirada versión TRX. Su sucesora, la RAM 1500 RHO, se vende en Norteamérica con las mismas cifras de potencia y par que el modelo estándar con el Hurricane debajo del capó, mientras que a la TRX no había con qué darle.
Llevaba la capacidad todoterreno al siguiente nivel, pero su ingeniería no se desentendía de la locura de la que era capaz. Había que domar ese HEMI 6.2 Supercharged con 711 CV y sus casi 900 Nm, los conductores debían poder evitar que se saliera todo de control, porque más que una pick-up era algo así como un superdeportivo con caja trasera, estribos, suspensión todoterreno y unos ángulos de dirección por demás flexibles y envidiables para una camioneta de su tipo. El dato más notable de sus prestaciones lo teníamos en la aceleración, pues tocaba los 100 km/h de parado en apenas 4,5 segundos.
Ante esto, lo que introdujo RAM en esta versión fue un mecanismo de control de velocidad, el denominado Control Select-Speed, cuya función era imprimir el torque y la presión del frenado adecuados según las condiciones del terreno, con la misión de mantener un manejo constante. Así, en resumidas cuentas, era la TRX, que hace menos de dos años hasta lanzó una edición limitada.
“Havoc Edition”: La exclusividad en lo cosmético
La RAM 1500 TRX Havoc Edition es una versión especial que nuestros lectores –incluyendo a los apasionados del motociclismo y amigos de espíritu RACER moto– quizás conozcan, ya que fue durante la cuarta etapa del Campeonato MXGP 2023 que la camioneta se apareció en Europa para promocionarse, dado que los equipos Red Bull KTM Factory Racing utilizaron esa temporada la 1500 TRX de serie como vehículo principal, además de la participación de RAM como socio patrocinador de la competencia.
Esta versión algo más pintoresca contó con las funciones mencionadas y con otras que la TRX de serie también ofrecía. A saber: la caja automática TorqueFlite de ocho velocidades, la capacidad de remolque de hasta 3.500 kg y la suspensión mecánica con seis modos, cada uno para cada terreno: el Sport, el Snow, el Baja, el Rock, el Mud/Sand y el Custom. En los detalles estéticos fue donde ofreció la exclusividad necesaria de toda versión limitada.
Por fuera, la pintura Baja Yellow hizo de la TRX Havoc Edition la tercera versión con color exclusivo en RAM. Por dentro, además de los paneles de fibra de carbono y la Alcantara y la fibra de carbono en el volante, aplicó un desparramo de costuras Prowler Yellow por toda la cabina y en el reposabrazos central, también en Alcantara, una placa de identificación con amarillo sobre plateado detallaba el número de chasis. La tonalidad Baja Yellow se expandió hasta las pantallas digitales, pues en esta edición los gráficos TRX se pintaron de ese color conceptual.
Sería toda una excepción a la regla que una versión, en este caso la TRX, regrese al mercado luego de tan poco tiempo de su retiro y suceda a su propio sucesor. Dudo que RAM, si es que algún día retorna a su HEMI, rompa con la lógica. Ahora bien, si es que el regreso del V8 se concreta –algo para nada descabellado a juzgar por los cambios recientes de directivos en Stellantis–, al menos una edición especial de la TRX podría permitirse y permitirle a sus clientes.
Mauro Blanco
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