Hace poco, Dodge dio a conocer la nueva generación del Charger, un modelo mítico entre los fanáticos de Ios Muscle Car que en esta nueva entrega, llega sin motor V8. Mercedes, en sus nuevos AMG, también ha dado la espalda a los motores V8, incluso en el Clase G. BMW todavía tiene motores V8, pero no los fabrican ellos, los fabrica Magna Steyr y hasta el Ferrari parecen tener los días contados, pues V8 solo montan el Roma y el Portofino M, al que no le debe quedar mucho en el mercado.

El futuro de los motores V8 es, como poco, complicado, el de los V8 y el de los motores de gran tamaño, todo sea dicho, y ahora, también hay que despedir al ocho cilindros de la gama del Jeep Wrangler. Ya lo hicimos en Europa, donde solo llega en su versión híbrida enchufable, pero en Estados Unidos se ofrecía en su esencia más auténticamente yankee. Esencia que se difumina poco a poco, según avanzan las normativas de emisiones y los fabricantes lo tienen más difícil para poder cumplirlas.

Con el grupo motor híbrido enchufable, seamos sinceros, los resultados son bastante buenos, pero el hecho de tener que cargar la batería, supone un handicap cuando estás, por ejemplo, en medio de una camino donde, obviamente, los cargadores no abundan. Además, no tienes ni el sonido ni el tacto de un motor V8. Sobre todo si es como el que monta el Wrangler en Estados Unidos, con 6,4 litros de cubicaje y 470 CV.

Es, sencillamente, una bestia, porque junto a esos casi 500 CV, hay 637 Nm de par, los cuales se gestionan mediante un cambio automático de ocho relaciones y se envía a las cuatro ruedas. Tampoco falta la caja de transferencia. Pero si esto no te parece gran cosa, algo que deberías analizar detenidamente –¿470 CV y más de 600 Nm de par no son suficientes? Eso no se lo cree nadie–, el Jeep Wrangler Rubicon 392 Final Edition, la versión que se ha lanzado como despedida al motor V8, cuenta con algunos detalles adicionales que lo hacen más interesante, sí cabe. Aunque, eso sí, será muy difícil que llegue a Europa y si quieres uno, prepara 100.000 dólares, unos 92.300 euros.

Por ejemplo, el Wrangler HEMI Final Edition incorpora protectores MOPAR, un elevador de suspensión de media pulgada –12,7 milímetros–, de forma que ahora la distancia al suelo es de 294,64 milímetros. El equipo de ruedas está formado por neumáticos Xtreme 35 sobre llantas de 17 pulgadas –35 pulgadas de diámetro en total–. Se suma un cabestrante de alto rendimiento –capaz de arrastrar hasta 3.629 kilos–, estabilizadores de rocas de alta resistencia y para decorar, toda una serie de vinilos específicos.

Se van a fabricar 3.700 ejemplares, de los cuales, 3.300 estarán destinados a Estados Unidos, 300 a Canadá y los 100 restantes al resto del mundo, lo que complica bastante que veamos alguno por aquí. La fabricación comenzará en el segundo trimestre del año en Toledo, Ohio, junto al resto de versiones del Wrangler JL.

Cuando acabe la producción, se acabará también la vida comercial del V8 HEMI de 6,4 litros y tendremos que decir adiós a un nuevo motor de ocho cilindros.