Sabíamos de la existencia de coches speedtail como el McLaren, pero no sabíamos nada de los longnose. Como de la caja de herramientas y un par de cervezas de más salen las mejores ideas, decidieron que sería interesante crear el Bell Aurens Longnose, el Land Rover narizotas cuyo morro es tan largo como el resto del coche.
Distinguirse del resto nunca fue fácil, pero hay proyectos que sobrepasan esa línea de largo y nos traen modelos como el Bell Aurens Longnose de 1968. Este es uno de los dos prototipos que se construyeron, y, partiendo del Land Rover de segunda serie, alargaron su morro tras el paso de rueda para que parezca un roadster offroad. El plan era propulsarlo con un motor de avión, pero rápidamente se desestimó la idea en favor de un propulsor mucho más mundano, un V8 de Range Rover.
El V8 de Range Rover cubica 5 litros y entrega 350 CV, más que suficiente, teniendo en cuanta lo liviano de su chasis y que, a todas luces, se encuentra en el centro del vehículo. Como el vehículo ha sido subastado, ha sido puesto a punto por los especialistas de JE-Engineering en Coventry, en Reino Unido. Por ello, la posición de conducción es a la derecha, conformándose con ofrecer solamente dos plazas. Su imagen es impactante, ya que el morro es de la misma longitud que el resto del coche.
Todo el proyecto ha sido pintado de un discreto color arena que no hace más que destacar cada una de sus curvas y detalles, como las correas de cuero que ayudan a mantener el capo de esta bestia cerrado, o las hendiduras en la carrocería que muestran los colectores dirigiéndose a un gran silenciador. En el pack de la subasta se entregaba un hard top a juego, pero yo soy más partidario de disfrutar sin techo de su atronador rugido con los dos dobles escapes bajo las puertas.
Los neumáticos todoterreno firmados por Mickey Thompson son toda una declaración de intenciones, y en la configuración abierta, el parabrisas frontal se puede bajar y ser sustituido por dos pequeños derivabrisas con el estilo más clásico. La carrocería de aluminio realizada a mano por Longnose da paso al interior en el que continúan los detalles, con el pomo de cambios ocupado por una pelota de cricket, o toda superficie tapizable cubierta de piel marrón a juego con el color exterior, que también tiene su lugar en el habitáculo.
Las “alfombrillas” han sido elaboradas en madera, y el volante artesanal porta en el centro una placa que identifica al vehículo, similar a la que podemos encontrar en la zaga de este extraño proyecto. El bidón de gasolina que acompaña a la rueda de repuesto nos habla de lo mucho que debe consumir ese V8 en las dunas, aunque dudo que las haya pisado jamás. Por si la cosa no va bien, han incluido un extintor tras los asientos, y lo han personalizado para que la estética acompañe a todo el conjunto.
Es inevitable fantasear estar a los mandos de esta máquina tan peculiar, de momento solo nos queda soñar viendo cada detalle de las fotos e imaginando dónde nos lo llevaríamos.
Francisco Javier Rodriguez
En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.COMENTARIOS