Desde Wilmington (Carolina del Norte, Estados Unidos), la empresa Osprey Custom Cars se dedica desde 2013 a restaurar modelos del Land Rover Defender y adaptarlos a las necesidades del cliente. La compañía ha presentado su última restauración: un Land Rover Defender NAS Wagon de 1997 según las indicaciones encargadas para esta reliquia.
El restomod o restauración e introducción de nuevos elementos para mejorar el coche es la especialidad de esta empresa, que ya este año restauró un Land Rover Defender de 1993 reparando el chasis y la carrocería, e introduciendo un motor Corvette LS3 V8 de 6,2 litros. El resultado fue un cuidado Land Rover blanco con unas cualidades estéticas y mecánicas muy superiores a las que tenía de serie y equiparable en potencia a un Defender actual.
“Amamos lo que hacemos porque es una historia de amor de por vida”, dicen desde Osprey Custom Cars
Se trata de una empresa familiar dedicada a personalizar al clásico Defender para que perdure en el tiempo y se puedan disfrutar en la actualidad. Lo que no viene en la letra pequeña de este lema familiar es el precio de sus restomod. Un precio que para muchos bolsillos es impensable, pero entendible debido al esmero y el cuidado que ponen en cada una de sus obras.
El Land Rover Defender presentaba un acabado en tono azul Arles con un techo blanco alpino que Osprey fue de las únicas características que mantuvo. Cuenta también con una caja de transferencia y se le ha reconstruido el eje trasero y delantero. Se ha introducido un sistema de frenos, con nuevos discos delanteros y traseros. Las ruedas son unas Freestyle de 16 pulgadas y neumáticos, por supuesto, todoterreno.
Osprey introdujo un motor GM V8 de 5,3 litros, que rinde 330 CV y 471 Nm de par, acoplado a una caja automática de seis velocidades
Se ha modificado a conciencia la cabina del vehículo. Han introducido asientos calefactables y una tapicería gris, además de cambiar la consola central adaptándola a las necesidades tecnológicas de la actualidad. Ahí se ubica un portavasos, puertos USB con sistema inalámbrico de carga y un sistema de audio personalizado de seis altavoces.
El trabajo de esta gente es impecable, pero claro, además de ser bastante caro, también supone una ruptura con el aspecto nostálgico del coche. Hacer que un Defender de 1997 como este se convierta en un coche adaptado a la actualidad, para muchos conductores y amantes del automovilismo puede resultar en la pérdida de identidad, y más cuando se introducen elementos mecánicos que nunca han estado presentes en la marca Land Rover.
Pero como en todo, siempre depende del gusto del consumidor y tampoco se le puede achacar nada a esta compañía: su trabajo es milimétrico y cuidadoso y en sus restauraciones tienen en cuenta la identidad del coche. ¿El precio? No lo sabemos exactamente, pero creaciones similares se van a los cientos de miles de dólares.
Luis López
Me hice periodista para contar historias. Creo que lo más importante no es llegar a la meta, sino disfrutar del camino. Aprendiendo en espírituracer.comCOMENTARIOS