Durante el fin de semana del 24 al 26 de enero se realizó en Alemania el Automobilmesse Erfurt, un encuentro anual que reúne diversidad de coches exóticos y personalizados, desde deportivos de toda la vida y maestros del drift hasta los aventureros que no entienden muy bien lo que significa carretera. Entonces, revisando el contenido multimedia oficial, noté que allí estuvo presente un ejemplar de cuya existencia, reconozco, no estaba al tanto.
“A esto le debo destinar unas líneas exclusivas”, pensé al verlo. Y declarando aquí, de puño y letra, mis intenciones de alguna entrega a futuro con el desarrollo que se merece, les propongo considerar a este artículo como una carta de presentación. Con ustedes, un soberbio Baja Bug. El Volkswagen Beetle debe ser el objeto más usado por los amantes del tuning y los diseños CGI, y este ejemplar no fue el primero ni será el último en adoptar una postura todocamino con configuración de la versión afamada por su historia en la Baja 1000, pero es que al verlo dan ganas de sacarlo a pasear, realmente.
Protecciones, ejes, una altura libre al suelo parece estar lograda con maestría y justeza. Desde siempre, por su motor trasero y su tracción a las ruedas traseras, el Volkswagen Sedán se destacó por ser un coche de altas prestaciones en pendientes. Como dato de color, en México se lo utiliza como coche único y medio de transporte para acceder a Barrio Alto, un barrio en las periferias de la capital al cual se accede por calles empinadas. Un Baja Bug va más allá, está capacitado para todo tipo de terrenos y por ello me pregunto si este en particular mantiene la tracción trasera o su dueño lo ha pasado a tracción total. Considerando las costumbres de un Baja Bug, debería inclinarme por lo primero.
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Te puede competir en rallye y al mismo tiempo acampar. El alemán Jo Klug, nacido en Wolfsburgo, es el padre de la criatura y ha vivido y dormido en el primer piso de este Volkswagen vaya a saber cuántos días, cuántas noches. Siempre una escalera a mano en su kit para acceder a la tienda que se monta sobre el techo. Un Camper Bug, ¿por qué no llamarlo así? Sourkrauts Magazin, medio digital que alguna vez se ha hecho eco del Baja Bug, es certero cuando define que “el juguete favorito del alemán es su automóvil”. Sin dudas que el juguete favorito de Klug es su Volkswagen. Parece ser todo para él. Vive para él, con él, se debe a él. Su cuenta de Instagram es contundente: el empoderado Beetle es la verdadera estrella.
Sourkrauts, ya hablando sobre el Baja Bug, lo describe como “más alto, más ancho y más áspero”. Tres aspectos que hacen a su esencia, de los cuales parte su esencia. El Baja Bug atrae por proporciones y configuración de suspensión que encajan a la perfección. Es un todocamino en el sentido más estricto y literal de la palabra. Barro, tierra, agua y arena. Playas, desiertos, montañas… Por sobre todas las cosas es un buggy, pero el asfalto no deja de ser una de sus especialidades, si hasta un seguidor se sorprendió al verlo derrapar en carretera.
La ruta de Jo Klug es por demás completa y con su Baja Bug ha pasado por lugares icónicos como la curva Fairmont Hairpin de Montecarlo y el circuito de Spa, en el marco del Bug Show. Sin embargo, su mapa parece tener fin. “¿Qué país o evento debo agregar a mi lista de deseos?” Publicó a mediados del 2024.
Mauro Blanco
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