Aún falta bastante para que vean la luz las autocaravanas eléctricas producidas en serie, pero se pueden hacer grandes viajes ya mismo, si disponemos de una furgoneta camperizada. Este fue el caso de Frank Eusterholz, un alemán de 54 años residente en la isla de Samsø (Dinamarca), quien se propuso llegar desde Hannover hasta el punto más al norte de Europa al que se puede acceder por carretera: Nordkapp y el Cabo Norte, en Noruega. Todo ello al volante de una Volkswagen e-Crafter equipada con un módulo de camperización, que no es lo mismo que una Grand California (no se ofrece todavía como eléctrica).
Frank tenía desde hace tiempo el pensamiento de viajar hasta el Cabo Norte con una camper o una autocaravana junto a su padre, quien no le pudo acompañar finalmente por motivos de salud. Es un apasionado de los vehículos eléctricos, y decidió hacer este trayecto con uno de ellos ya que, en sus palabras, “cualquiera puede hacerlo en un diésel después de todo”. Tras completar el viaje, afirmó orgulloso: “Probablemente ahora soy la primera persona que ha estado en el Cabo Norte con una furgoneta camper eléctrica”.
Porque no resulta nada sencillo realizar un viaje como éste. La Volkswagen e-Crafter es una furgoneta diseñada para el entorno urbano, por lo que apenas cuenta con unos 173 km de autonomía. Esto supondría una barrera casi insalvable para la mayoría de los conductores, pero para Frank no fue un gran problema la escasa autonomía de su camper. “Simplemente tienes que adaptarte”, comentó sobre las 95 paradas para recargar las baterías que tuvo que realizar para poder cubrir los 7.544 km de su viaje.
Otras dificultades que entraña un trayecto de estas características es la dificultad para encontrar puntos de recarga de vehículos eléctricos en determinadas áreas. Una vez llegó por pocos kilómetros al único punto que había en la región, pero no estaba en funcionamiento, por lo que tuvo que recurrir a la ayuda de una residencia de mayores donde pudo enchufar su e-Crafter. En otra ocasión, le cobraron cinco veces el precio normal de recarga, pero no tenía otra opción que aceptar al ser la única estación de recarga que había en toda la zona.
La aventura tuvo numerosos momentos destacados. Pero para Frank, el más emotivo fue la misma llegada al Cabo Norte, superando todas las dificultades que conllevaba un trayecto como éste y cumpliendo el sueño que tenía con su padre. Él le pudo acompañar virtualmente en todo el viaje gracias al canal de YouTube que creó Frank para recoger lo acontecido y hacer partícipes de su aventura a todos aquellos interesados en seguirlo durante los 18 días que esta duró.
Otro grato recuerdo fue el vivido en la serpenteante carretera de montaña de Trollstiegen. La ruta, en parte unidireccional, es muy exigente y cuenta con una inclinación de alrededor del 12 % distribuida en 11 curvas cerradas y apenas ofrece puntos donde poder detenerse. Además de disfrutar del recorrido, gracias al sistema de recuperación de energía al frenar, Frank aún tenía 90km de autonomía tras dejar atrás la montaña, una de las ventajas que ofrece el vehículo eléctrico para estos recorridos.
Cuando le preguntaron si lo volvería a hacer, Frank respondió “en cualquier momento”, sin un atisbo de duda. En su opinión, la movilidad eléctrica se adapta perfectamente a las furgonetas camper, donde no considera importante el tiempo que se pierde recargando debido a la poca autonomía que ofrecen hoy en día este tipo de vehículos. “Después de todo, ¡siempre puedes echarte una siesta si te sientes cansado!”, concluyó.
Luis Martínez
Cuando era un niño, no podía pasar una semana sin el nuevo número de mi revista de coches favorita. De adolescente, descubrí que me apasionaba escribir, divulgar y comunicar ideas. Ahora me encuentro dando mis primeros pasos en la profesión que me apasiona de la mano de la afición que ocupó buena parte de mi infancia, toda una suerte que demuestra las vueltas que puede dar la vida.COMENTARIOS