Un viaje en autocaravana siempre ha sido una buena forma, distinta de lo habitual, de pasar las vacaciones. Con la pandemia y el hecho de tener que guardar la distancia de seguridad y evitar aglomeraciones, estos vehículos han ganado mucha popularidad y adeptos, buscando libertad y tranquilidad. Sin embargo, esto también ha provocado que prolifere un tipo de engaño: los sorteos fraudulentos de autocaravanas.
Los sorteos falsos no son algo nuevo en internet. Desde hace unos años se han ido dando este tipo de engaños en las redes sociales más importantes: Facebook, Twitter e Instagram principalmente. Y no solo con autocaravanas, cualquier cosa que pudiera ser objeto de deseo por un grupo importante de personas ha sufrido sorteos falsos en las redes, la mayoría con el objetivo de ganar seguidores de forma rápida en la plataforma en la que se llevó a cabo el anuncio.
No obstante, los sorteos de autocaravanas que hemos visto en los últimos tiempos conllevan un mayor riesgo para los afectados. Muchos solicitan que rellenemos un formulario con nuestros datos para poder “inscribirnos”, con lo que estamos comprometiendo nuestra información personal. Esta podría acabar vendida a multitud de terceras personas que busquen sacar provecho de ella, como por ejemplo introduciéndonos en otros fraudes o engaños.
Incluso en algunos casos el sorteo nos pide datos bancarios o insta al usuario engañado a suscribirse a algún tipo de web o plataforma para poder “recibir su premio”. Después, los estafadores pasan un recibo todos los meses como cobro por esa “suscripción a un servicio” que hicimos, y aunque vayamos a cancelarla muchas veces no podemos evitar que sigan cargándonos en nuestra cuenta bancaria cobros por un servicio que no existe.
Existen una serie de claves que nos pueden ayudar a detectar un sorteo fraudulento. La primera y más importante de todas es que el sorteo debe contar con unas bases legales que podamos consultar, de acuerdo con lo que se establece en la ley. Si vemos los sorteos promocionales por Internet que llevan a cabo grandes empresas, siempre encontramos a nuestra disposición las bases del concurso, lo que nos asegura las condiciones en las que se produce dicho sorteo y fundamentos para reclamar en caso de que no se cumpla con lo establecido.
A esto hay que sumarle lo desproporcionado que es el premio, con algunos sorteos ofreciendo varias autocaravanas por valor de más de 150.000 euros en total. Nadie en su sano juicio sortearía una recompensa tan grande sin el respaldo detrás de una base legal en caso de que ocurra cualquier desgracia o problema en el concurso. Además, el valor de la repercusión que se obtiene con el sorteo es muy inferior a la recompensa ofrecida, por lo que no habría rentabilidad ninguna de ser algo real.
Por último, debemos fijarnos en las fotos y en quién es la compañía detrás del sorteo. Al no existir el premio, las imágenes suelen ser robadas de anuncios reales de páginas web de venta o alquiler de autocaravanas. Es por esto por lo que, aunque el sorteo se prolongue durante meses, nunca cambian las fotos. Si hacemos una búsqueda inversa en Google de las imágenes es probable que encontremos dónde se encuentra la publicación real de dicha autocaravana.
En cuanto a la empresa, debemos fijarnos en el perfil de la red social en cuestión (en estos casos, mayoritariamente Facebook). En todas las páginas de Facebook existe un apartado llamado transparencia de la página, debajo de la sección de información. Aquí podemos encontrar si hay personas extranjeras administrando dicho perfil, lo que debería hacernos sospechar. En adición, si un par de búsquedas en Internet sobre la compañía no arrojan resultados o por el contrario nos muestran las sospechas de otros usuarios, es muy probable que nos encontremos ante una estafa.
En caso de que ya nos hayamos visto afectados por alguno de estos sorteos falsos, lo primero que debemos hacer es retirar cualquier tipo de promoción que hayamos dejado en el anuncio, ya sea un “me gusta” o haberlo compartido con nuestros amigos. De esta forma se evita que más personas sean víctimas del engaño, y se reduce la difusión global que alcance el bulo en la red social en cuestión.
Si además hemos rellenado algún tipo de formulario con nuestros datos, debemos estar atentos a todo lo que nos llegue por las vías que hemos ofrecido a los estafadores. No se debe contestar a llamadas telefónicas extrañas, ni abrir correos o mensajes de texto que inspiren desconfianza o no sepamos con absoluta certeza quién es el remitente y porqué nos lo envía. La dirección de un email nos suele dar pistas sobre la veracidad del mismo, por lo que debemos fijarnos en qué está escrito tras la @ del remitente, y en caso de ver algo extraño, borrarlo inmediatamente.
En el supuesto de que nuestra información bancaria esté comprometida o nos hayamos suscrito a un servicio fraudulento, debemos acudir inmediatamente a una comisaría y presentar una denuncia, para de esta forma poder evitar que nuestro banco nos siga cobrando.
Luis Martínez
Cuando era un niño, no podía pasar una semana sin el nuevo número de mi revista de coches favorita. De adolescente, descubrí que me apasionaba escribir, divulgar y comunicar ideas. Ahora me encuentro dando mis primeros pasos en la profesión que me apasiona de la mano de la afición que ocupó buena parte de mi infancia, toda una suerte que demuestra las vueltas que puede dar la vida.COMENTARIOS