Monteverdi Safari, el todoterreno de lujo de origen suizo

Monteverdi Safari, el todoterreno de lujo de origen suizo

Es uno de los precursores de los SUVs de gama alta


Tiempo de lectura: 3 min.

En los tiempos que corren, hablar de un SUV de lujo no es nada extraño. Incluso aún quedan todoterrenos “de los de verdad” en los que el lujo está a la orden del día. El Mercedes-Maybach G650 Landaulet es un buen ejemplo de ello. Pero a mediados de los años setenta, el panorama automovilístico era bastante diferente, y en el segmento de los todoterreno de lujo estaba el Range Rover y poco más, al Mercedes-Benz Geländewagen aún le quedaban unos años antes de salir al mercado. Peter Monteverdi, quien en 1967 creó la marca que lleva su apellido, decidió salir de su “zona de confort” y adentrarse en este mercado en 1976, después de haber trabajado con berlinas y deportivos de lujo.

Para el Monteverdi Safari, primer todoterreno de la marca suiza, se recurre a una base ya probada, la del International Harvester Scout II (sí, Scout os suena familiar porque es la marca que Volkswagen quiere revivir en Norteamérica). De la carrocería se encargará Carrozzeria Fissore, con quien Monteverdi ya había trabajado en otros modelos. Fissore realiza un diseño muy acorde con su época (muy rectilíneo y bien emparentado con el resto de la gama Monteverdi), y aprovechando piezas de otros modelos (por ejemplo, los pilotos traseros del Safari son los del Peugeot 504 Break), algo habitual en su momento.

Monteverdi ofrecía tres motorizaciones diferentes para el Safari: un V8 de origen Chrysler con 5,2 litros, un V8 5,7 L de procedencia International Harvester, y por último un 7,2 L V8 también de Chrysler, que le permitía alcanzar los 200 km/h. El equipamiento podía incluir dirección asistida, elevalunas eléctricos, sistema estéreo, aire acondicionado, interior en cuero o transmisión automática.

Monteverdi Safari (3)

Con un diseño bastante particular, era coetáneo de la primera generación del Range Rover, un modelo con el que comparte planteamiento

En 1978, le acompañaría en la gama el Monteverdi Sahara, que se trataba, básicamente, de un International Harvester Scout II con ciertas modificaciones (un planteamiento parecido al del Felber Oasis, que utilizaba la misma base). En 1979 se presenta, en forma de prototipo, una variante de cuatro puertas del Safari con el máximo equipamiento posible. Este modelo (que actualmente está en venta) no llegó a fabricarse, pero sí sirvió para que British Leyland se fijara en Monteverdi para hacer, en 1980, la primera versión de producción del Range Rover de cuatro puertas. En este mismo año, International Harvester cesa la producción del Scout II, pero Monteverdi había comprado chasis suficientes para mantener la producción del Safari hasta 1982, un año después de que British Leyland desarrollara su propio Range Rover de cuatro puertas.

El ejemplar que os traemos hoy es un precioso ejemplar de 1978 subastado por Bonhams. Está equipado con el motor 5,7 L V8 de International Harvester, y cuenta con caja de cambios automática, dirección asistida, caja transfer dual y tracción 4×4 seleccionable. Pintado en un bonito color plateado, que hace destacar los contrastes en negro del exterior, incorpora llantas de aleación y tubo de escape doble. El interior está rematado en negro, cuenta con su sistema estéreo original y con elevalunas eléctricos. Lo mejor: además de estar perfectamente cuidado, cuenta con menos de 20.000 km en su marcador. Un modelo realmente interesante que, a buen seguro, hará las delicias de su nuevo propietario.

COMPARTE
Sobre mí

Jesús Alonso

COMENTARIOS

avatar
2000
 
smilegrinwinkmrgreenneutraltwistedarrowshockunamusedcooleviloopsrazzrollcryeeklolmadsadexclamationquestionideahmmbegwhewchucklesillyenvyshutmouth
Foto
 
 
 
  Suscribir  
Notificar de


NUESTRO EQUIPO

Pablo Mayo

Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto la charla sería de órdago. Pero aquí estoy, escribiendo sobre mi pasión donde me dejan. Si hace unos años me dicen que terminaría así, las carcajadas se habrían escuchado hasta en Australia, pero ahora no sabría vivir sin ello.

Miguel Sánchez

Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.

Francisco Javier Rodriguez

En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.

Ángel Arias

La historia del automóvil está llena de grandes emprendedores, de ideas arriesgadas, curiosas casualidades, irreconciliables enemistades y muchos fracasos. Es un mundo intenso y fascinante del que muchos hemos quedado cautivados. Cualquier vehículo con un motor me parece interesante, ya sean motocicletas, automóviles, camiones, aviones o barcos; es estupendo sentir la brisa del viento en la cara sobre uno de ellos. Si estáis aquí es porque compartimos afición.

Alejandro Delgado

Jesús Alonso

Javier Gutierrez