No son Bentley y Jaguar las únicas occidentales de lujo que rivalizarán con Yangwang. Land Rover, y en especial el Defender, aguarda atenta, casi sin pegar un ojo por temor a quedar en ridículo. El Yangwang U8 es todo un bicho raro, por algunos detalles de su cuadriculada carrocería, pero sobre todo por su peculiar desempeño todoterreno. No, no hablo de sus cualidades en tierra, barro o nieve. Más que como pez en el agua, se mueve como un hipopótamo con un motor eléctrico para cada rueda y otro de combustión como generador de energía para la batería.
Si el Yangwang U9 se sirve de esos cuatro motores y de una suspensión neumática inteligente que lo hace volar por los aires, este SUV todoterreno, que es todoterreno en serio, no se mueve por el aire, sino por el agua. A poco estamos de que los coches retraigan las ruedas en horizontal y se pongan a nadar con un estilo más futurista. Por lo pronto, este anfibio chino avanza a destino con medio cuerpo sumergido y las ruedas haciendo el trabajo, pero sin tocar el suelo. Aquí no hay vadeo que valga. A poco estamos, en definitiva, de que los chinos nos den el primer modelo de producción capaz de convertirse en submarino.
Además de los cuatro motores eléctricos, el Yangwang U8 utiliza un motor de gasolina cuatro cilindros 2.0, pero no le da función de propulsor, sino de generador para alimentar la batería. Como hemos sostenido en alguna entrega anterior, no nos interesa hablar de coches con eléctricos con autonomías extendidas. Si lleva motor de combustión y le carga combustible al tanque –de 75 litros en este BYD–, un híbrido es un híbrido por más propósito que se le dé al cuatro cilindros, en este caso.

Y de allí, a las ruedas una potencia combinada máxima de 1.200 caballos y un par de más de 1.600 Nm. Más que nadar, el Yangwang U8 va a flote, como dejándose llevar por la corriente, porque, de momento, su velocidad acuática máxima es de 3 km/h y tampoco puede estar en agua más de media hora. Tiempo suficiente para acabar con la tradición. ¡Se les termina el negocio a los restauradores que experimentan poniendo a prueba modelos terrenales acondicionados contra otros preparados de nacimiento en pantanos hostiles! Un SUV como este chino no necesitaría más que un intento ni cable de remolque que lo ayude a pasar al otro lado.
No olvidemos que hablamos de un SUV todoterreno de lujo, que es sinónimo de alto equipamiento, que a su vez equivale a un peso por demás alto. A toda la digitalización que encuentras en su interior le sumas sus dimensiones –5,3 metros de largo y más distancia entre ejes que el Defender–, su esquema motriz de cinco motores, su batería de 49,5 kWh, sus asistencias y sus innovadoras soluciones tecnológicas y obtienes tres toneladas y media, lo que le implicaría restricciones de mínima en caso de entrar al mercado europeo.
De entrar, aunque una cosa sea verlo pasar por las calles españolas y otra su andar en el gigante asiático, será cuestión de medir su desempeño comercial con el de China, donde se vende desde 200.000 euros al tipo de cambio actual y es goza de una considerable demanda en el contexto de los premium eléctricos.
Mauro Blanco
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