En Estados Unidos están a otro nivel incluso cuando se trata de fabricarse un camper

En Estados Unidos están a otro nivel incluso cuando se trata de fabricarse un camper

Una pareja norteamericana viajaba mucho por trabajo y no tuvo mejor idea que idear esta "autocaravana"


Tiempo de lectura: 4 min.

Madre mía, esto es 15 veces más hogar de donde vivo. Por supuesto, hay bastante que decir sobre este vehículo convertido en autocaravana, mucho que describir en lo técnico, pero es un caso que va más allá de las características específicas. Es un ejemplar que impacta, un concepto de camper –no tiene sentido tratarlo de camper, en realidad– que transmite sensaciones en su conjunto. Si me preguntan, una de las mejores autocaravanas que he visto. Transformar autobuses escolares en hogares sobre ruedas es una tendencia, pero también lo es revestir los interiores en madera.

Esta creación americana es una creación que va a contracorriente, porque de ella se empieza a hablar desde adentro y, con mayor exactitud, de arriba hacia abajo. Divina y muy bien lograda rusticidad. Los techos machimbrados, económicos por ser de pino por lo general, como en este caso, van muy bien en estas conversiones y, si a ello le sumamos un acabado laqueado por demás aprobado y unas caídas en arco hacia los costados, hablamos de un recurso que suma muchísimo.

Pasen y vean, amigos aventureros. Lo decimos nosotros, pero podría ser una invitación de Elizabeth y Shane un día cualquiera. Es y no es un Blue Bird TC/2000, porque actualmente su nombre es B-Wagon Bus. También porque ha sido despojado de su amarillo clásico y a cambio ha recibido un cálido beige acompañado de unas franjas rojas, naranjas y amarillas. Pero, sobre todo, porque sus días de recorrer colegios terminaron. Su propósito es algo que debo remarcar.

Autobus camper

El B-Wagon Bus: En busca de la felicidad

Trabajar en producción de eventos hace que pases demasiado tiempo afuera. Es a lo que se dedicaba esta pareja cuando decidieron cambiar los hábitos para adaptarse a las necesidades… y a la felicidad. El objetivo estaba claro: sustituir la vida de hotel por una autocaravana que les permitiera no dejar nada atrás, llevarse todo con ellos y estar siempre en casa. Muchos kilómetros por recorrer a diario equivalía a un gran consumo por delante. Un vehículo gasolero tenía que ser el indicado y el Blue Bird TC/2000, con su diésel Cummins 5.9, lo fue.

Pero, decía, es un vehículo hogar que se analiza de adentro hacia afuera. Un mobiliario envidiable y de un único ambiente. El interior es abierto y sólo detrás de la cama se descubre el único espacio privado: el baño, revestido con paredes de piedras. En lo que podríamos considerar antebaño se encuentra una de las funciones que expresa la eficiencia y practicidad del B-Wagon Bus: un conducto de ropa sucia que lleva a la parte trasera. Allí tienen la lavandería.

Cajoneras, un sillón, estantes y mesas plegables. Pura optimización, lo que en buena medida tiene que ver con una decisión que me resulta acertada. La altura no se ha tocado. El vehículo sigue midiendo su metro con noventa, pero esto lo hace a un espacio acogedor y calefaccionado. A propósito, allí tienen una estufa a leña. ¡Que vivan las salamandras! He vivido por muchos años en una zona a la que no llegaba el gas natural y aprendí a tomarles cariño. Nobleza obliga: dije que del Blue Bird TC/2000 ya no quedaba nada. Pues, no es del todo cierto, ya que Shane decidió mantener intacta la cabina de conducción.

De las mejores autocaravanas que he visto: Con terraza lateral y panel solar

Medidas que per se son notables, pero aumentan tanto a lo largo como a lo ancho por la versatilidad de este modelo 2002 personalizado. Nada fuera de lo común en un vehículo hogar. 9,6 metros de longitud –sin tener en cuenta la plataforma trasera– y 2,4 metros de ancho en su faceta básica. Ahora bien, sumando el porsche posterior, soldado éste sobre bastidor en C y con capacidad de remolque de hasta unos 9.000 kilos, el B-Wagon Bus alcanza los 10,6 metros de punta a punta. Más interesante es su ampliación del lado derecho.

La terraza abatible y colgante es una de las cualidades más atractivas de este vehículo. Basta con desenganchar, oprimir un interruptor ubicado en el interior y la plataforma empieza a bajar. Es la plataforma más divertida, en la que pasamos la mayor parte del tiempo”, confiesa la pareja en un video subido al canal Tiny House Giant Journey, en Youtube. Abres la puerta agregada entre los ejes y sales directamente a la terraza, que puede ser a cielo abierto o bien techada, dado que cuentan con un toldo desmontable.

El B-Wagon Bus tiene un tanque de propano de 15 kilos y un almacenamiento de hasta 580 litros de agua potable, pero en el techo se descubre la principal fuente de autoabastecimiento. Lo mejor es el gran panel solar con potencia de 2000 vatios que cubre la mitad delantera de la superficie. Al igual que la terraza lateral, el panel se activa desde un botón en la cabina. Una vez accionado el interruptor, el panel empieza a levantarse hasta obtener una inclinación de 33 grados y así recibir la mayor cantidad de energía solar en invierno. ¿Qué tal?

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Mauro Blanco

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