Hay muchas formas de entender una camper o una autocaravana. En unos casos, nos ofrecen toda clase de comodidades, como la Krug Expedition Bedrock XT2 de la que os hablamos hace un tiempo. Los modelos que os traemos hoy, sin embargo, se encuentran en las antípodas de este modelo. Se trata de los Citroën Acadiane Oasi, Reise-Ente y Laverda Paguro.
Los modelos comercializados por la propia Citroën, los Oasi (Italia) y Reise-Ente (Alemania) aparecieron a principios de los años ochenta, es decir, poco después de la presentación del Acadiane, que en nuestro mercado lo conocimos como Dyane 6/400 (posteriormente Dyane 400). El Acadiane Laverda Paguro es también italiano, y es el único de los tres que no fue distribuido por la marca del doble chevrón, pero las modificaciones realizadas por Laverda lo llevan más allá de una camper, con su parte trasera específica y su aspecto ciertamente llamativo.
El Acadiane Oasi
El desarrollo del Acadiane Oasi corrió a cargo de Citroën Italia y DiBicamper, una empresa milanesa que lamentablemente cerró sus puertas hace bastantes años. Por fuera, los grandes logotipos “Oasi” con el dibujo de una palmera y la baca en el techo lo distinguen de un Acadiane normal italiano. Los más observadores os habréis percatado de los intermitentes laterales: eran propios del mercado italiano. Incluso durante un período de tiempo, los Dyane llegaron a llevar tulipas blancas para los intermitentes delanteros en ese mercado. Continuando con el exterior, cuenta con un pequeño toldo para proteger del sol y con cortinillas blancas para favorecer la privacidad.
Por dentro, parece increíble cómo pueden caber tantas cosas en un espacio tan reducido. Para su utilización durante el día, cuenta con multitud de huecos para guardar objetos, un asiento corrido, una mesita plegable, un hornillo y un pequeño lavabo. Además, una pequeña trampilla practicable en el techo favorece la ventilación. Detrás de la puerta del conductor se encuentran situados un pequeño depósito de agua y la bombona de gas. Para dormir, el mueble de la mesita se baja y ya tenemos una cama doble. Las cortinillas interiores garantizan la privacidad, y dispone incluso de un pequeño plafón en la parte posterior.
En el apartado mecánico, no difiere de los demás Acadiane: el más que conocido motor de 602 centímetros cúbicos que ofrece una potencia en torno a los 30 CV no es un dechado de prestaciones, pero para los usuarios del Acadiane Oasi esto no es un problema, pues ya saben lo que hay: un vehículo para unas vacaciones tranquilas y económicas.
El Acadiane Reise-Ente
En Alemania, el 2CV y sus derivados son conocidos con el sobrenombre “Ente”, que significa “pato”. Hasta tal punto, que la propia Citroën hacía mención a este apelativo cariñoso en algunos catálogos e incluso en modelos como el Acadiane Reise-Ente, que podríamos traducir como “pato viajero”. La decoración exterior de la unidad cedida a la prensa de la época varía con respecto a la de las unidades comercializadas, siendo la primera de color blanco y con motivos alpinos dibujados por los cuatro costados. Los modelos que salieron a la venta tenían una combinación de tonos amarillo, beige y marrón muy característica pero menos llamativa, y el dibujo de aves volando en el capot y en las puertas delanteras.
Comparando el Reise-Ente con el Oasi, la sensación que da es que el modelo alemán es algo menos sofisticado en su concepción camper, lo cual no le quita ni un ápice de encanto. De hecho, quizá encaja incluso mejor con la filosofía del Acadiane. El Reise-Ente cuenta también con huecos debajo de la banqueta trasera y en un mueble, cuya puerta hace las veces de una mesita. Para dormir, el interior se transforma para acoger a dos personas durmiendo. No faltan tampoco las cortinas, la trampilla de techo ni la luz interior. No obstante, la lista de opciones no era escasa: la hornilla, el fregadero y la baca había que pagarlos aparte. Incluso se podía pedir una especie de pequeña tienda de campaña que se acoplaba a la parte trasera.
De la motorización, poco más se puede añadir a lo comentado anteriormente, pues el motor es exactamente el mismo 0,6 litros con una velocidad máxima oficial de 103 km/h, aunque la prensa alemana de la época llegó a alcanzar una punta de 113 km/h, destacando su comodidad pero advirtiendo acerca del balanceo en curva, que podía provocar que los vasos cayeran al suelo. El consumo, según el ritmo, variaba entre los siete y los 9,4 litros a los 100, y la autonomía podía llegar a unos trescientos kilómetros.
El Acadiane Laverda Paguro
De los tres modelos, el Acadiane Laverda Paguro es el único que no tenía nada que ver con Citroën más allá de tomar la base del Acadiane. Aficionados a las motos, seguro que el nombre os suena. Y es que la italiana Laverda no sólo construyó motocicletas: comenzó con maquinaria agrícola, y también fabricó relojes y caravanas. El nombre de esta especial conversión, “Paguro”, hace referencia a un animal, el cangrejo ermitaño, que se refugia en conchas vacías de moluscos para protegerse.
El aspecto exterior del Acadiane Laverda Paguro es totalmente diferente en su parte trasera. La delantera sigue mostrando los rasgos de un Acadiane italiano, intermitentes laterales incluidos. Nos encontramos también algunas pegatinas en el capot y los laterales sobre el color azul de la carrocería (todas las imágenes disponibles de este modelo lo muestran únicamente en azul). Los pilotos traseros redondos no tienen nada que ver con los del Acadiane. El aumento de la superficie lateral debería hacerlo mucho más sensible al viento, mientras que la mecánica es la conocida del Acadiane, pero la masa es superior a la del modelo de serie, con lo que las prestaciones, ya de por sí modestas, se deben resentir.
A cambio, el interior es mucho más habitable con respecto a las variantes ofrecidas por Citroën. Según un folleto de la época, la caja está realizada en paneles de poliuretano revestido exteriormente por aluminio lacado. El mobiliario interior está revestido de PVC, las ventanas son dobles, están ahumadas y se pueden abrir, además de contar con mosquiteras. Cuenta con un sistema de ventilación realizado por Laverda, así como sistema de gas, de agua y eléctrico. El fregadero es de acero inoxidable, y dispone de una cama doble y otra individual. Como opciones, se podía pedir una estufa de gas y un frigorífico. Vamos, que prácticamente no le faltaba de nada. Se desconoce el número de Paguros que se realizaron, pero está claro que es un vehículo bastante escaso en la actualidad.
Los Acadiane camper hoy en día
En las concentraciones de 2CV y derivados no es extraño ver algunos modelos realizados por aficionados. Centrándonos en estos tres modelos, todos son bastante raros de ver hoy en día. Sin embargo, hace unos años se vendió un Paguro por nada menos que 13.100 euros. Buscando por internet podemos encontrar también un Oasi sin matricular por un precio bastante superior, 27.500 euros. Quizá lo más sorprendente es que no he encontrado ningún Reise-Ente a la venta en este momento. Lo que está claro es que quien compra hoy en día uno de estos vehículos, lo hace más bien por preservarlo que para utilizarlo, de ahí esos precios tan elevados. En cualquier caso, el que en su momento estuviesen disponibles deja claro que para disfrutar de una camper no hacía falta una cartera abultada, sólo muchas ganas de disfrutar de unos días sin prisas en buena compañía.
Jesús Alonso
Soy un apasionado de los coches desde que era muy pequeño, colecciono miniaturas, catálogos, revistas y otros artículos relacionados, y ahora, además, disfruto escribiendo sobre lo que más me gusta aquí, en Espíritu RACER.COMENTARIOS