Puede parecer extraño, sobre todo a los más jóvenes aficionados, ver una furgoneta bajo marca Alfa Romeo. Actualmente propiedad de Stellantis, la marca del biscione se ha especializado en turismos con un marcado carácter deportivo, a pesar de que las últimas incorporaciones han sido principalmente SUVs. Sin embargo, hace unas décadas Alfa Romeo ofrecía también vehículos comerciales; los dos últimos, concretamente, fueron los AR8 y AR6, variantes respectivas de las primeras generaciones de las Iveco Daily y Fiat Ducato.
Pero la historia de las furgos de Alfa se remonta a bastante antes. Y es aquí donde aparece nuestra protagonista, una Alfa Romeo T10 Autotutto del año 1955. Presentada un año antes en Italia bajo el nombre Alfa Romeo Romeo (sí, el nombre era tal que así, por extraño que nos pueda parecer), esta furgo fue fabricada en nuestro país por FADISA bajo el nombre FADISA Romeo 2. Por los avatares del mundo empresarial, en el año 1967 Motor Ibérica tomó el control de FADISA, y la evolución de la Romeo pasó a integrar la gama de EBRO (sí, la misma marca que ahora está vendiendo modelos de Chery relogotipados), primero como F100 y después como F108.
Pero cojamos nuestra particular máquina del tiempo y volvamos a 1955, el año de nuestra protagonista. Nuestra camper salió de la planta de Pomigliano d’Arco, la fábrica que hoy produce los Fiat Pandina, Alfa Romeo Tonale y Dodge Hornet, pero como furgoneta; posteriormente se realizaría la conversión a camper van. Esta unidad está equipada con el pequeño motor diésel de 1.158 centímetros cúbicos de dos tiempos y dos cilindros con un compresor volumétrico que daba una potencia de unos… 30 CV. Un cuore no demasiado sportivo, pero no exento de encanto. Alfa ofrecía también un motor de gasolina, un cuatro cilindros de 1,3 litros con una potencia de 35 CV que compartiría posteriormente con el Giulietta Berlina, mientras que FADISA ofrecía también un motor diésel Perkins de 1,6 litros.

Un detalle importante en nuestra camper es su configuración de tracción delantera, con lo que se consiguió rebajar el plano de carga. Lo primero que salta a la vista es su agradable combinación de tonos pastel, tan típicos de la época: una franja color crema que divide las dos franjas en verde, éste último también elegido para las llantas. Llama la atención su techo elevado, en cuya parte frontal se halla ubicada la rueda de repuesto, y a la que se accede gracias a una escalera portátil que viene incluida. Contribuyen al toque vintage los paragolpes cromados, y el precioso scudetto frontal.
El puesto de conducción es absolutamente minimalista, con su salpicadero en negro y los asientos tapizados en verde. La parte trasera, a la que se accede a través del portón y de la puerta lateral, dispone de una banqueta que puede transformarse en cama, un pequeño fregadero, un hornillo de gas y diversos huecos gracias a los muebles de madera de los que está dotada, y por supuesto cuenta con cortinillas en las ventanas. Y no podía faltar un pequeño baúl donde se guardan los cubiertos y los platos, ideal para ir de picnic.
Este precioso ejemplar se ha subastado en Bonhams, su precio de salida era de 7.500 euros, pero finalmente se ha vendido ¡por un precio diez veces mayor! 75.900 euros, para ser exactos. Un precio elevado, sin duda, pero es el precio de salirse de la norma. Estamos muy acostumbrados a ver campers clásicas con base Volkswagen T1 o T2, pero con la “Autotutto” tenemos el plus de estar ante un verdadero Alfa Romeo, de prestaciones modestas, es cierto, pero con un encanto y una exclusividad que pocas campers más pueden ofrecer.
Jesús Alonso
Soy un apasionado de los coches desde que era muy pequeño, colecciono miniaturas, catálogos, revistas y otros artículos relacionados, y ahora, además, disfruto escribiendo sobre lo que más me gusta aquí, en Espíritu RACER.COMENTARIOS