En los tiempos que corren, hablar de un SUV de lujo no es nada extraño. Incluso aún quedan todoterrenos “de los de verdad” en los que el lujo está a la orden del día. El Mercedes-Maybach G650 Landaulet es un buen ejemplo de ello. Pero a mediados de los años setenta, el panorama automovilístico era bastante diferente, y en el segmento de los todoterreno de lujo estaba el Range Rover y poco más, al Mercedes-Benz Geländewagen aún le quedaban unos años antes de salir al mercado. Peter Monteverdi, quien en 1967 creó la marca que lleva su apellido, decidió salir de su “zona de confort” y adentrarse en este mercado en 1976, después de haber trabajado con berlinas y deportivos de lujo.
Para el Monteverdi Safari, primer todoterreno de la marca suiza, se recurre a una base ya probada, la del International Harvester Scout II (sí, Scout os suena familiar porque es la marca que Volkswagen quiere revivir en Norteamérica). De la carrocería se encargará Carrozzeria Fissore, con quien Monteverdi ya había trabajado en otros modelos. Fissore realiza un diseño muy acorde con su época (muy rectilíneo y bien emparentado con el resto de la gama Monteverdi), y aprovechando piezas de otros modelos (por ejemplo, los pilotos traseros del Safari son los del Peugeot 504 Break), algo habitual en su momento.
Monteverdi ofrecía tres motorizaciones diferentes para el Safari: un V8 de origen Chrysler con 5,2 litros, un V8 5,7 L de procedencia International Harvester, y por último un 7,2 L V8 también de Chrysler, que le permitía alcanzar los 200 km/h. El equipamiento podía incluir dirección asistida, elevalunas eléctricos, sistema estéreo, aire acondicionado, interior en cuero o transmisión automática.
Con un diseño bastante particular, era coetáneo de la primera generación del Range Rover, un modelo con el que comparte planteamiento
En 1978, le acompañaría en la gama el Monteverdi Sahara, que se trataba, básicamente, de un International Harvester Scout II con ciertas modificaciones (un planteamiento parecido al del Felber Oasis, que utilizaba la misma base). En 1979 se presenta, en forma de prototipo, una variante de cuatro puertas del Safari con el máximo equipamiento posible. Este modelo (que actualmente está en venta) no llegó a fabricarse, pero sí sirvió para que British Leyland se fijara en Monteverdi para hacer, en 1980, la primera versión de producción del Range Rover de cuatro puertas. En este mismo año, International Harvester cesa la producción del Scout II, pero Monteverdi había comprado chasis suficientes para mantener la producción del Safari hasta 1982, un año después de que British Leyland desarrollara su propio Range Rover de cuatro puertas.
El ejemplar que os traemos hoy es un precioso ejemplar de 1978 subastado por Bonhams. Está equipado con el motor 5,7 L V8 de International Harvester, y cuenta con caja de cambios automática, dirección asistida, caja transfer dual y tracción 4×4 seleccionable. Pintado en un bonito color plateado, que hace destacar los contrastes en negro del exterior, incorpora llantas de aleación y tubo de escape doble. El interior está rematado en negro, cuenta con su sistema estéreo original y con elevalunas eléctricos. Lo mejor: además de estar perfectamente cuidado, cuenta con menos de 20.000 km en su marcador. Un modelo realmente interesante que, a buen seguro, hará las delicias de su nuevo propietario.
Jesús Alonso
Soy un apasionado de los coches desde que era muy pequeño, colecciono miniaturas, catálogos, revistas y otros artículos relacionados, y ahora, además, disfruto escribiendo sobre lo que más me gusta aquí, en Espíritu RACER.COMENTARIOS